Las madrileñas Celia Pascual López, Sara Ramlho, Marina Martínez Ferri y Nuria Consuegra Esteban consiguieron ayer el reto de cruzar a nado Formentera e Ibiza. Las nadadoras completaron en cinco horas y 33 minutos una travesía de 16 millas desde la playa de Cala Saona hasta la playa de ses Salines.
Brazadas de Vida es un proyecto lanzado por estas cuatro nadadoras del Club de Natación Master Madrid que comparten la pasión por este deporte y la compaginan con sus vidas profesionales. Surge del afán de pensar que cada uno puede aportar algo para conseguir un mundo mejor y con el propósito de llamar la atención sobre la grave crisis de refugiados que vive Europa, las peligrosas travesías a las que se enfrentan estas personas en el Mediterráneo y la importante labor de la ONG Proactiva Open Arms.
Celia Pascual, en nombre de las nadadoras, destacó las buenas condiciones del mar: «Hemos tenido suerte porque estaba genial. Hacía una temperatura estupenda, un día genial y el mar estaba en calma. Nos hemos sentido muy cómodas».
La dureza de realizar por primera vez un reto de estas características –lo máximo que habían nadado eran diez kilómetros– la paliaron con «ilusión». «Como teníamos tanta en este proyecto, siempre tuvimos en mente que lo conseguiríamos. Nos hemos apoyado las unas en las otras. Una tira, otra anima... y así lo logramos», confesó la madrileña, orgullosa de las 10.800 brazadas efectuadas por una buena causa.