La sanción de cuatro partidos de suspensión que le ha caído encima a Tito García Sanjuán, técnico del Formentera, a consecuencia de la expulsión que sufrió la pasada jornada en el partido contra el Olot, ha generado un gran malestar en el seno del club rojinegro y ha levantado toda clase de suspicacias entre los aficionados en relación al desproporcionado y excesivo castigo que el juez de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido aplicarle al entrenador del conjunto formenterense.
«No me queda ya otro remedio que fastidiarme y aguantarme con esta sanción, aunque me parece que es del todo excesiva e injustificada si nos fijamos en la sanciones que se han impuesto antes en otros casos parecidos que se han producido», manifestó Tito García Sanjuán, que deberá empezar a cumplir sus cuatro partidos de suspensión esta misma jornada frente al Sabadell.
El técnico rojinegro matizó en este sentido que «me parece demasiado castigo para un entrenador que se dirigió a un árbitro sin proferirle una amenaza, ni un insulto y sin decirle una palabra más alta que otra».
Asimismo, la desestimación del recurso de apelación presentado por el club para tratar de rebajar dicha suspensión a su técnico o para que, al menos, pudiese ser aplazada cautelarmente para permitirle estar en el banquillo de San Mamés en el partido copero del próximo miércoles ante el Athletic de Bilbao, ha sido recibida como un auténtico jarro de agua fría.
«El recurso lo habrán decidido desestimar unas personas de la Federación que ni tan siquiera habrán visto el partido, que se rigen únicamente por lo que está escrito en el acta por el árbitro y que actúan en consecuencia sin conocer la realidad», manifestó García Sanjuán.
En cuanto a tener que presenciar los partidos desde la grada, el entrenador rojinegro especificó que «estar sentado o no en el banquillo de San Mamés el próximo miércoles es algo que no me preocupa en absoluto para nada, lo único que quiero es que el equipo gane en los partidos».