El Formentera se quedó con la miel en los labios. El equipo rojinegro cayó contra el Hércules en la última acción del partido (1-0).
El asedio fue total. Juan Arsenal parapetó a su equipo en torno a Marcos Contreras y convirtió la portería en un improvisado búnker. Resistió 94 minutos. El conjunto alicantino las tuvo de todos los colores. El gol era cuestión de tiempo y éste se agotaba. Casi le sale la jugada al Formentera, pero el punto voló en el último suspiro.
Los formenterenses se están convirtiendo en un equipo muy serio atrás. Son conscientes de las dificultades que tienen para marcar goles. Por eso, la premisa es no encajar para sumar. En Alicante estuvieron a segundos de llevarse un valioso empate, pero el gol de Tarí echó por la borda todo el trabajo.
No se puede decir que el resultado sea injusto. Aunque los pitiusos se defendieron con garra, apenas inquietaron la meta de Falcón, sólo alguna llegada aislada en busca de fortuna. La derrota mete a los de Juan Arsenal en la zona de descenso antes de visitar Mallorca.