Miguel López ha vuelto por sus fueros. Tras tres meses apartado de la competición por una lesión de hombro, el jugador del HC Eivissa volvió a la acción contra el Elche, al que los ibicencos superaron por 23-21. El extremo derecho llevaba tres meses parado y regresó para ayudar con cuatro goles, dos de ellos de penalti, a la victoria de los suyos, convirtiéndose además en el máximo realizador del encuentro.
Su vuelta a la pista no pudo ser mejor y las sensaciones fueron «como las del debut de un niño pequeño», tal y como apuntó el vallisoletano. Y es que la espera se había hecho larga. «Poco a poco me he podido recuperar y a ver si puedo ayudar al equipo en lo que queda de temporada», indicó el naranja.
López se vio obligado por lesión a seguir a los suyos desde la barrera. Afortunadamente, pudo disfrutar de muchas victorias. «La trayectoria del equipo ha sido perfecta. Hubo un pequeño bache contra equipos con los que no esperas pinchar, pero que también se están jugando como quien dice la permanencia. El equipo se repuso contra el Algemesí y el Marni Levante, que son rivales directos, y ahora aquello queda en una anécdota tras las derrotas de estos dos equipos el pasado fin de semana. Ahora, nos toca seguir mirando para arriba», explicó el del HC Eivissa.
Sobre si ve a los suyos en el play off de ascenso, al que acceden los dos primeros clasificados, se mostró cauto: «Es pronto. Nos quedan salidas difíciles ante equipos como el Mislata, el Torrevieja y el Elda en la última jornada, que está ahora mismo a dos puntos de nosotros. Podría ser un partido decisivo. Ahora, debemos centrarnos en ganar el sábado al Mislata, que es un rival difícil. De hecho, el Almoradí y el Marni perdieron allí. Parece que no es un rival difícil por la clasificación, pero sí que lo es, sobre todo en su casa».
Lo que sí tiene claro el extremo derecho es que éste es el mejor HC Eivissa en el que ha estado nunca: «A nivel de clasificación, nombres y plantilla es el mejor equipo que el club ha tenido en muchos años. Todo el mundo aporta. No es como otras temporadas en las que el equipo estaba algo más justo. Hay siete que están en la pista, pero cualquiera del banquillo podría jugar. Todos son titulares y no hay nadie imprescindible».
El regreso del vallisoletano llega como agua de mayo para el conjunto ibicenco, que es una máquina defensiva pero le está costando finalizar las acciones de ataque. Con todo, el propio jugador no se ve como una solución a este problema. «No creo que yo solvente nada. Lo que pasa es que nuestras defensas son muy largas y eso produce menos ataques. El equipo se desgasta mucho atrás y eso implica que no quieras salir rápido a la contra. En algún partido hubo pérdidas y se fallaron algunos lanzamientos claros, pero yo no creo que vaya a solucionar nada. El equipo está bien y lleva pocos goles porque las defensas son muy largas», explicó un Miguel López que vuelve a sonreír.