Diego Romero (Quilmes, Argentina, 03-01-1975), futbolista que tan gratos recuerdos dejó en las Pitiüses tras su paso por el Formentera, sobre todo, y el Sant Jordi, fue víctima de una dura agresión el fin de semana. El ahora jugador del Son Verí, tal y como adelantó Última Hora Mallorca, fue agredido por un futbolista del Rotlet Molinar que le mordió la nariz al término del partido de Preferente disputado anteayer por la mañana y que finalizó 3-0 para el conjunto local. El acta, en cambio, no recogió nada de lo sucedido, pero la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) abrirá un expediente informativo.
El veterano centrocampista argentino, que ya tiene 43 años, sufrió una pérdida de sustancia en la base nasal y una herida inciso contusa. El parte médico no deja lugar a dudas de la gravedad de los hechos y califica la mordedura como «intencionada por persona humana». Ante tales hechos, Diego Romero ha interpuesto una denuncia contra su rival al considerar que esto traspasa la frontera del deporte.
El Papi, como se le conoce cariñosamente, defendió la elástica del Formentera entre los años 2011 y 2014. El futbolista fue un pilar fundamental como mediocentro, formando dupla con Armando, en los éxitos del club formenterense. De hecho, formó parte de aquella plantilla que consiguió dar el salto a Tercera División. En el curso 2014-15 se vinculó a la Penya Esportiva Sant Jordi, en Regional, y una campaña después se marchó a tierras mallorquinas, donde continúa practicando el deporte rey. Jugó en Tercera con el Montuïri (2015-16) y el ejercicio anterior actuó en Regional con el Santanyí, equipo al que la UD Ibiza superó en la última eliminatoria por el ascenso a Tercera.
Diego Romero no quiso entrar ayer en polémicas y prefirió mantenerse en silencio tras los hechos del domingo. «No me gusta ser protagonista de estas cosas», se limitó a decir el argentino, un jugador que dejó huella en las Pitiüses y que demostró ser siempre un gran profesional.