El HC Eivissa gastó ayer la vida de sobra que le quedaba. La derrota en Torrevieja (23-15) le obliga a ganar los dos partidos que restan si quiere jugar la fase de ascenso a Plata. En Alicante, los de Eugenio Tilves volvieron a mostrar su peor cara. Se atascaron en ataque ante una de las mejores defensas del campeonato y estuvieron todo el partido a contracorriente.
El atasco fue monumental. El ejemplo más claro es que, después del primer cuarto de hora, los ibicencos sólo habían anotado un gol (4-1). Antes del descanso, mejoraron sus números y consiguieron irse a vestuarios con una desventaja de tres goles (9-6).
En la segunda parte, la cosa no cambió e incluso empeoró. El Torrevieja siguió anotando, mientras que a los de Tilves les costaba un mundo ver puerta, ni siquiera de siete metros. En el ecuador de la segunda parte, la distancia era de seis goles (17-11). El partido estaba sentenciado y la ventaja siguió en aumento. Al final, 23-15, la derrota más abultada del curso.
Este tropiezo no cambia demasiado las cosas. Aunque hayan salido de los puestos de ascenso, las cuentas son claras. Hay que ganar la próxima semana en es Pratet al Castellón y jugársela a vida o muerte en la última jornada contra el Eldense, segundo clasificado. Si los ibicencos ganan este duelo, acabarán por delante gracias al golaveraje particular. Eso sí, lo primero es ganar al Castellón. Perder sería decir adiós al sueño de clasificarse para la fase de ascenso.
El banquillo
Eugenio Tilves: «Hemos fallado 26 lanzamientos; así es muy complicado ganar»
«Hemos fallado 26 lanzamientos, incluidos cuatro penaltis, más seis o siete pérdidas por parte. Así es complicado ganar». Así resumió el encuentro Eugenio Tilves. El técnico del HC Eivissa se mostró contrariado por la falta de gol: «La defensa no estuvo mal. Ellos quisieron correr y los dejamos en 23, pero nosotros no estuvimos acertados de cara a gol». Se quejó de la expulsión de Chelu Cid nada más comenzar el encuentro: «Nos condicionó un poco la roja a la Chelu Cid. Fuimos muy justos». Además, insistió en que la labor arbitral no fue del todo buena: «La gente se desquició un poco con los árbitros. Creo que no estuvieron al nivel del partido. Fue un encuentro duro entre dos equipos que juegan al lí- mite y ellos eran dos chavales jó- venes». Por último, destacó el trabajo de su equipo: «La actitud fue muy buena. La gente se ha vaciado y lo dio todo»