Por fin. El Formentera ya sabe lo que es ganar en liga. Ha necesitado cuatro jornadas para lograr sus tres primeros puntos de una tacada, pero esa presión ya ha volado. Los pupilos de Iván Gómez superaron ayer al Alcúdia por 2-0 y se colocan en la undécima posición de la tabla clasificatoria. Eso sí, a siete puntos del primer clasificado.
La primera parte dejó mucho que desear y apenas se vio nada reseñable. El visitante César fue el primero en buscar el gol con un disparo que se fue fuera. Pasada la media hora de juego, los pitiusos reclamaron un posible penalti sobre Agus. No hubo nada más.
Tras el descanso, Cifre no tardó en poner a prueba al portero, que se lució mandando la pelota a córner. Poco después entró al terreno de juego Víctor Ruiz en sustitución de Javi Boix. Fue llegar y besar el santo, porque sólo necesitó dos minutos para marcar y llevar el delirio a la grada.
A falta de poco más de un cuarto de hora para el final llegó otra jugada polémica. Los locales volvieron a reclamar una pena máxima en una acción sobre Maikel, pero el árbitro no lo consideró así.
Acto seguido, Manu Torres saltó al campo y la historia de Víctor Ruiz prácticamente se repitió. El futbolista recién incorporado al terreno de juego se encargó de sentenciar el partido en el tiempo de prolongación, cuando los mallorquines ya jugaban en inferioridad numérica por la expulsión de Juanjo.