Ana Ferrer recibió ayer galardón de mejor deportista del año 2017 en la gala de los Premios del Deporte, celebrada en el Centro Cultural de Jesús. La ya exjugadora de balonmano –se retiró al término de la campaña 2017-18 por motivos personales– repitió así la distinción que ya se había llevado en la edición anterior.
La ex del Puchi no fue la única galardonada durante la ceremonia. El Handbol Club Eivissa fue reconocido como el mejor club; el Es Nàutic de piragüismo, como el mejor equipo; la delegación de bádminton, como el mejor ente federativo; Bartolomé Torres, como mejor persona física, y Covicsa, como mejor empresa patrocinadora.
Todos los premiados posan juntos al término de la gala
El principal mérito de Ana Ferrer para haber sido elegida la mejor deportista de 2017 se encuentra en el fundamental papel que desempeñó para que el HC Puig d'en Valls lograse el histórico ascenso a la máxima categoría nacional femenina de balonmano, la División de Honor. La ibicenca fue clave para escribir esa página de oro no sólo durante la fase regular, sino también durante la fase de ascenso celebrada en Santa Eulària. En ella, el conjunto pitiuso finalizó en primera posición y se proclamó así campeón de Plata.
La jugadora de balonmano, que regresó a la isla en verano de 2006 tras varias campañas en el Alcobendas de División de Honor, también colaboró en la buena actuación del Puchi en su debut en División de Honor. Para entender la importancia de ambas cosas es necesario recalcar que nunca antes un equipo balear femenino ni masculino había ascendido a la máxima categoría de este deporte, por lo que el ascenso y el buen papel para finalizar en año fuera de la zona de descenso hablan por sí solos del nivel de la gesta.
El premio al mejor equipo fue para el Es Náutic de piragüismo. Muchos de sus integrantes, desde las categorías base hasta la de veteranos, destacan no sólo a nivel balear, sino también nacional. En su candidatura añadió que ha «organizado varios campeonatos a nivel balear y también cada año se le concede alguna prueba puntuable para el Campeonato de España».
El galardón de mejor club ha sido para el HC Eivissa. Entre otras cosas, éste puede presumir de haber sido la entidad con más licencias deportivas de balonmano en toda la comunidad autónoma. Su gran trabajo en la cantera es incuestionable. De hecho, también será un firme candidato a repetir premio el próximo año después de que esta semana se confirmara que aporta la mitad de los jugadores de las selecciones baleares infantil y cadete, siendo el más representado en ellas.
La delegación de bádminton fue premiada por «la realización de más de 20 promociones en centros escolares de la isla con la participación de más de 2.000 alumnos», según indica su candidatura. Ésta también destaca «la organización de ‘diadas' escolares, podios en todas las categorías a nivel balear y varias medallas a escala nacional en categorías inferiores».
El galardón de mejor persona física recayó en las manos de Bartolomé Torres Pons, propuesto por la delegación de atletismo.
El premio es más bien a su trayectoria, ésa que está avalada por «35 años de dedicación a la preparación deportiva de los más jóvenes del municipio de Sant Antoni». «Fundó el club Sa Raval, del que ha sido presidente y entrenador desde su fundación. Ha sido delegado de la Federació d'Atletisme de les Illes Balears desde 2012 hasta 2016 y recientemente fue reconocida públicamente su trayectoria por parte del municipio de Sant Antoni con motivo de su jubilación en 2018», explica su candidatura.
La empresa Covicsa completó el círculo de los principales premios entregados ayer. Se llevó la distinción de mejor patrocinador por su colaboración con distintos equipos deportivos en el municipio de Santa Eulària, destacando su aportación al equipo femenino de Superdivisión de tenis de mesa al que da nombre.
MENCIONES
Durante la gala también se entregaron cuatro menciones especiales. El periodista prejubilado Sebas Candela; Lola Ferrer, muy involucrada en la gimnasia y el baloncesto; y Teo Blázquez, un gran promotor del judo, fueron distinguidos por su trayectoria.
El instante más emotivo de la tarde-noche llegó con la mención a título póstumo para Ramón Huedo, jugador de billar y responsable de la sección de tres bandas del Club Billar Eivissa-Ilusions Pool, así como exfutbolista –jugó en el Rápid de División de Honor– y amante del triatlón, al que se había enganchado en los últimos años. Su mujer, Andrea Zornoza, y sus hijos (Hugo y Martina) recogieron el galardón ante los aplausos de todos los asistentes, que se pusieron de pie para recordar al hombre de la sonrisa eterna.