Se cumplió la lógica y no pudo ser. El Sant Josep cedió ayer su corona como rey del waterpolo balear. Después de una temporada irregular, los ibicencos no pudieron contra el Sóller, que ha dominado la liga a su antojo esta temporada.
El nuevo formato de la final a seis equipos tampoco ayudó. Los pitiusos llegaron a las semifinales muy cansados después del gran esfuerzo que tuvieron que hacer para superar al Campus Esport en la ronda de cuartos de final. El 9-8 con el que acabó este partido, fue el reflejo de la batalla que tuvieron que jugar.
Conseguir ganar este duelo era el principal objetivo que se había marcado Diego Barturen para no tildar la temporada de fracaso.
Con el billete para las semifinales conseguido, todo era soñar. Un sueño que no duró demasiado. Los dos venezolanos del Sóller destrozaron la defensa del Sant Josep en un choque que acabó con un contundente 19 a 10.
Esta mañana (10.00 horas) cerrarán la temporada ante el Mallorca con el tercer y cuarto puesto. A continuación, se jugará la final entre el Ciutat y el Sóller para conocer el heredero de los josepins.