La UD Ibiza ha sido una montaña rusa de emociones esta temporada. Ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. Eso es indiscutible, como también lo es que la sensación que planea en el ambiente es la de que podía estar ahora mismo luchando por el objetivo fijado: entrar en el play off. Pero, claro, es muy pero que muy difícil aspirar a estar entre los cuatro primeros clasificados cuando uno lleva más de tres meses sin ganar a domicilio.
El último triunfo de los celestes lejos de Can Misses data del 20 de enero del presente año. Aquel domingo, los unionistas, por entonces dirigidos por Andrés Palop, vencieron por la mínima (0-1) al Atlético Sanluqueño. Ese triunfo se produjo gracias a un penalti transformado por Sergio Cirio a falta de cinco minutos para el final después de un partido que no pasará precisamente a los anales de la historia de la Udé, que ha firmado encuentros mejores a domicilio con peores resultados.
Hoy se cumplen 94 días desde que los ahora pupilos de Pablo Alfaro cosecharan los tres puntos en tierras gaditanas. Este fin de semana toca jugar en casa contra el Jumilla. Por tanto, la UD Ibiza superará la barrera de los 100 días sin ganar fuera, racha que espera cortar la próxima semana ante el Almería B.
Eso sí, cabe destacar que los celestes no anduvieron lejos de romper esta especie de maldición el domingo pasado ante el potente UCAM Murcia. Con un once de marcado corte ofensivo, en el que tuvieron cabida los atacantes Rodado, Cirio, Raí y Perdomo, la Udé ofreció una buena imagen. Es cierto que en los minutos finales emergió la figura de Lucas para evitar la derrota, pero, en el cómputo global, cumplió. Habrá que ver ahora si se sigue apostando por una alineación tan atacante cuando las bajas se recuperen.