Santiago Maíllo es el nuevo entrenador del Puchi. El exjugador del HC Eivissa y técnico de las categorías inferiores de las de Santa Eulària era la principal opción para tomar las riendas después de la dimisión de Sergio Sevilla. Además, contará con el apoyo de Diego Santamaría con el que lleva trabajando los últimos años.
Maíllo tiene el problema de no contar con la titulación requerida para entrenar en División de Honor Plata, algo que se solucionará en los partidos de casa con la presencia de Sevilla en el banquillo, mientras que para los encuentros de fuera, si no viaja, el club tendrá que hacer frente a una multa.
En cuanto a su nombramiento como técnico, el exjugador aseguró no haberlo asimilado todavía: «No me lo esperaba, ha sido todo tan repentino que aún no sé qué decir, lo único que puedo prometer es que vamos a trabajar duro y a intentar entrenar y jugar lo mejor posible».
Maíllo reconoció que tras un mal arranque liguero, es más fácil coger un equipo que viene de ganar: «Empezar con cuatro jornadas seguidas fuera de casa no es nada fácil, se ha hecho muy poca pretemporada por temas laborales y era una situación complicada. La última victoria nos va a venir bien porque ayudará a quitar los nervios».
En cuanto a lo que puede aportar al equipo, el nuevo técnico pidió calma: «No hay que tener prisa, llevo un entrenamiento y en una semana poco se puede hacer. Creo que hay una plantilla para no sufrir demasiado, tenemos gente de calidad y experiencia, pero también mucha juventud por lo que hay que ir poco a poco».
Por último, señaló que le gustan «las defensas abiertas y correr», unas señas de identidad similares a las de su predecesor por lo que puede haber una línea continuista. «Lo importante es que me adapte yo a las jugadoras, pero no habrá grandes cambios porque el equipo es el que es».
Por el bien del club
Por su parte, el ya exentrenador Sergio Sevilla continuará ligado al Puchi haciendo labores de coordinación y entrenando a varios equipos de la base. Sevilla hizo valoración ayer a su etapa al frente del equipo y la calificó como buena: «En general creo que ha sido una etapa positiva. La temporada pasada, en un año de adaptación, acabamos cuartas, superando las expectativas del club. Y este curso se redujo mucho el presupuesto, salimos con 10 jugadoras de 16 años y se mantienen tan solo cuatro del año pasado. Es un equipo en plena reconstrucción. Llevará un proceso, pero yo estoy convencido de que se conseguirá salir de la zona problemática».
En cuanto a su dimisión, el madrileño señaló que lo hizo por «el bien del equipo y del club». «Había pesos pesados del vestuario que no estaban en la misma línea que yo y en una categoría como esta hay que remar todos juntos. Me sentía respaldado por un 80 % del equipo, pero para revertir la situación había que tener el 100%», añadió.
Sobre continuar ligado al Puchi en su futuro, Sevilla aseveró que está implicado totalmente con el club de Santa Eulària y finalizó deseando que se mejore la situación del primer equipo: «Espero que el equipo salga adelante».