CD IBIZA 0 -0 POBLENSE
El liderato tendrá que esperar. El CD Ibiza no ha podido doblegar en la tarde de ayer a un Poblense que se mantiene en la cima de la tabla tras el 0-0 firmado ayer en Can Misses. El encuentro, plano y prácticamente sin ocasiones de gol, destacó por su falta de vistosidad y dejó mucho que desear de cara al espectador.
El partido comenzó como un tiro. A los dos minutos, una buena jugada de combinación de los locales estuvo a punto de acabar en gol. El disparo ajustado al palo de Terán, tras un pase atrás de Dailos, lo despejó el portero a córner con una buena estirada. Acto seguido, Sergi cabeceó al palo.
El arranque de los de José Pérez prometía, pero no fue más que un espejismo, como también lo fue la réplica de Mateu Ferrer a los cinco minutos con un disparo manso a las manos de Marcos.
Las oportunidades de gol desaparecieron de golpe y el partido decayó en vistosidad notablemente. Sólo las acciones individuales de Terán y Colau ponían algo de chispa a una batalla táctica en la que imperaba el centrocampismo.
Tras el descanso, el cuadro visitante se mostró más entero, pero la tónica del partido siguió siendo la misma. Ocasiones, pocas. Terán, de falta, tuvo la mejor de los ibicencos, mientras que las aproximaciones más reseñables de los mallorquines se redujeron a un par de disparos lejanos de Víctor, ambos sin peligro, y una falta de Jaime Hernández que se marchó por encima del larguero.
Ni las sustituciones realizadas por uno y otro cambiaron el guion de un choque que navegaba a la deriva. José Pérez probó a dar entrada a Melo por Solano para reforzar el desaparecido centro del campo pitiuso, pero no dio resultado. Más tarde llegaron dos cambios algo más naturales: Nofre por Colau y Arias por Sergi. El resultado fue el mismo.
Óscar Troya tardó más en mover el banquillo. Realizó los tres cambios en el cuarto de hora final. Es más, el último de ellos fue ya en el tiempo de descuento, una clara señal de que se conformaba con el empate.
Al final, 0-0 y reparto de puntos en un duelo que prometía mucho más de lo que se acabó viendo. La batalla táctica se acabó convirtiendo en un tostón para el aficionado. El liderato de los rojillos, por tanto, deberá esperar.