La UD Ibiza está de vuelta. El equipo celeste se impuso ayer al Real Madrid Castilla, un teórico aspirante a la zona de playoff, y puso así fin a una racha de tres partidos consecutivos sin ganar. Dos goles de Pep Caballé, la gran sorpresa en el once inicial, permitieron a los unionistas remontar un partido que se había puesto muy pronto en contra.
El ex del Cornellà había disputado solamente 115 minutos hasta la fecha. Ayer, en su segunda titularidad, participó hasta el final para prácticamente igualar en un solo partido el número de minutos que llevaba en los 11 anteriores. Y cumplió con nota. Disparó tres veces, dos entre los palos, y marcó por partida doble. Alfaro ya había avisado de que esperaba más de los extremos y le dio la alternativa al menorquín, que presionó como el que más y aportó velocidad y eficacia en dicha posición.
El encuentro no pudo comenzar peor para los unionistas. Los madridistas abrieron la lata en menos de tres minutos. Fidalgo remató al borde del área pequeña un centro lateral desde la derecha para poner el 0-1 en el marcador. Fran Grima llegó tarde para evitar el remate del ‘diez' blanco.
Raí replicó pasado el primer cuarto de hora de juego. El brasileño tiró fuera tras hacer la pared con Javi Lara. Poco después, Baeza se marcó un jugadón individual que Germán desbarató por fortuna para los visitantes. El meta también despejó acto seguido un zapatazo de Gelabert desde la frontal.
En la recta final, una acción de Javi Lara permitió a Morillas centrar al corazón del área, donde Pep Caballé apareció para rematar a placer. Minuto 36 y 1-1 en el marcador, resultado con el que se llegó al descanso.
Tras el asueto, la UD Ibiza completó la remontada en un visto y no visto. A los cinco minutos, de nuevo Pep Caballé, que recibió un gran servicio de Raí, batió al portero tras encararle en solitario. Fidalgo, con un disparo exterior, rozó las tabla de no ser por Germán.
El portero solucionó los postreros ataques de los blancos y el tanteador ya no sufrió cambios, por lo que la UD Ibiza pudo poner fin así a una racha de tres partidos seguidos sin ganar gracias, sobre todo, a la gran sorpresa de la alineación, un salvador Pep Caballé.