La UD Ibiza perdió ayer una buena oportunidad para ponerse a tiro del líder. El equipo celeste perdió por la mínima (1-0 contra e Celta B y no pudo, por tanto, ponerse a tres puntos del Atlético Baleares, que también ha hincado la rodilla. Es más, este revés hace que los unionistas desciendan a la cuarta plaza. La tercera está ahora en poder de la Peña Deportiva.
La primera mitad no siguió los derroteros deseados por la UD Ibiza. El conjunto vigués dispuso d las mejores oportunidades en unos 45 minutos en los que el equipo de Pablo Alfaro no dieron trabajo al portero local.
Con un once en el que entraron Sibo, en lugar de un Javi Pérez al que se echó en falta, y Raí, lo cierto es que los ibicencos estuvieron grises. Fran Grima y Rodado fueron los únicos en probar fortuna. El lateral derecho lo hizo a los nueve minutos en una volea desde la frontal que se marchó por encima del larguero, mientras que el ariete lanzó un chut a la media vuelta que se marchó a córner tras tocar en un defensa al filo del ecuador de este periodo.
Más claras fueron las llegadas del Celtiña. Apeh se plantó solo ante Germán en el minuto 19, pero Rubén apareció como una bala para cortar la progresión del atacante. Menos mal. Poco después se produjo la jugada polémica del encuentro, una mano de Bermejo dentro del área que el árbitro obvió. Era penalti.
Tras una incursión peligrosa por la derecha con pase de la muerte incluido que la zaga pitiusa acabó abortando in extremis y un cabezazo de Apeh fuera, el trencilla sí que sancionó una pena máxima a favor del Celta B en el minuto 35. Quintanilla derribó claramente a Apeh, que le había ganado en velocidad, y Alberto Solís marcó a lo Panenka desde el punto de los 11 metros. Por cierto, en esta acción cayó lesionado el autor del ‘penal', que fue sustituido por Mariano.
La reanudación
La segunda parte comenzó con un tiro de Raí al portero poco después de que Apeh se tuviera que marchar lesionado. Su sitio lo ocupó Lautaro. El conjunto céltico, bien plantado atrás, no dejó muchos huecos y se dedicó a jugar a la contra. En una de ellas, Losada rozó el segundo tanto, pero su latigazo desde fuera del área se marchó lamiendo el palo en el minuto 64.
Más clara la tuvo Rodado cinco minutos después. El pichichi celeste remató al muñeco en el primer palo un pase medido de Fran Grima desde la derecha. Una lástima, porque se cantaba ya el empate.
La recta final fue un poco de locura. Solís rozó la sentencia en un disparo con marchamo de gol que un defensa rozó con la cabeza para evitar que la pelota entrara entre los tres palos. Luego, Molina vivió una situación prácticamente calcada, pero fue uno de sus compañeros el que sacó la pelota involuntariamente cuando iba hacia la red.
En la contra, Cirio disfrutó de un mano a mano con el portero. Desafortunadamente, condujo demasiado el balón y el portero supo tapar el disparo tras echársele encima. No fue la última de la UD Ibiza, que en el descuento contabilizó una nueva aproximación. Sin embargo, el disparo de Núñez no encontró portería y los ibicencos hincaron la rodilla.