El CD Ibiza consiguió ayer una victoria muy importante en el plano anímico. El triunfo (3-1) ante el Andratx sirve para regresar a la normalidad, volver a ganar en casa y encadenar dos triunfos seguidos que vienen muy bien tras una serie irregular de resultados.
La primera parte no fue buena. El CD Ibiza hizo valer su superioridad, pero fue un tramo del partido marcado por la igualdad. Solo Terán, en el minuto 17, consiguió hacer sonar una nota diferente. El atacante se fue dos contrarios con una buena maniobra para internarse en el área. Chutó, el balón tocó en un adversario y el portero no pudo hacer nada. El propio Terán tuvo otra ocasión que pudo significar el segundo, pero su remate se marchó alto.
Que hubiese pasado más bien poco en el primer acto dejaba con vida a un Andratx que salió con confianza en la segunda parte. Lo cierto es que no había demasiado peligro, pero el encuentro tampoco estaba controlado. Así fue como llegó el tanto del empate. José Mari se fue en velocidad por la banda derecha y puso un centro bombeado, superando a Contreras, que no estuvo fino, para que en el segundo palo apareciera Guille y marcara a placer.
Moha no dio tiempo a que apareciesen los fantasmas de las últimas jornadas. El lateral se encargó de volver a adelantar al Cedé al aprovechar un balón en profundidad. Colau filtró un balón, Arias lo dejó pasar y le acabó llegando al defensa que marcó con calidad.
Con el marcador otra vez a favor, los rojillos volvieron a tomar el mando del partido y empezaron a generar. Las llegadas se sucedían, aunque no terminaban de poner en apuros a Borja.
Ya en la recta final del encuentro, a falta de dos minutos para que se cumpliera el tiempo, Sergi peleó un balón, lo dejó de cara para que Gorka disparase ajustado al palo y matase el encuentro.
El CD Ibiza recupera sensaciones, aprovecha el pinchazo del Mallorca B para escalar a la segunda posición y abre hueco con el Platges de Calvià, quinto clasificado.