De colocarse a tres puntos de los dos primeros a quedarse finalmente a cinco. Eso fue lo que le pasó a la UD Ibiza el domingo después de ofrecer las dos caras de una moneda en un mismo partido, una irregularidad que pasó factura y dejó una sensación amarga a quienes confiaban en un triunfo celeste.
En la primera parte, los pupilos de Pablo Alfaro demostraron por qué están arriba. Posesión, buen toque, cambios de orientación, acceso por las bandas y punch fueron los ingredientes que les llevaron a saldar los primeros 45 minutos con un 2-0 a su favor.
El panorama no podía pintar mejor, pero todo se giró en la segunda mitad. Los cambios no sólo no mejoraron lo que se había visto hasta entonces, sino que mermaron a una UD Ibiza que pasó de dominadora a dominada. Sin Javi Lara, el centro del campo celeste desapareció. El experimento de contar con Arranz y Núñez juntos no dio el resultado deseado, que posiblemente no era otro que construir un muro y asegurar los tres puntos.
Ni con Raí ni con Sibo mejoró la cosa y el empate se veía venir. Finalmente, el Langreo se salió con la suya y evitó el triunfo de una Udé que le concedió un inesperado regalo de Reyes.
Derbi sin premio
La Peña Deportiva no pudo puntuar en el derbi autonómico contra el Atlético Baleares. Los de Raúl Casañ dieron una muy buena imagen. Con las novedades de David en el centro del campo e Higor en punta, lo cierto es que los peñistas no jugaron mal. Si Fran Núñez hubiera tenido algo más de acierto, otro gallo habría cantado. Por cierto, el debut de Loren Burón deberá esperar, al menos, al próximo fin de semana.