El tenis pitiuso celebró ayer su gala anual. Los campeones insulares, así como los ibicencos que consiguieron logros a nivel autonómico recibieron sus premios en una fiesta que se celebró en Les Jardins de Fruitera. Antes, el día comenzó con una masterclass a cargo de Nuria Llagostera en el Tenis Club Ibiza. La extenista y actual directora del programa de tecnificación de tenis de la Federación Balear compartió sus conocimientos con los chicos de Ibiza y Formentera.
«Se trata de hacer un poco de clase, jugar un poco con ellos. Básicamente, pasar un buen rato y que ellos hagan algo diferente en grupo. Yo siempre les digo que lo pasen muy bien. Hacer deporte, sea el que sea, es símbolo de vida sana. Maduran antes, pero lo más importante es que se lo pasen muy bien», resumió la propia Llagostera sobre la actividad.
También reconoció que el tenis es un deporte que muchas veces implica soledad: «Nosotros viajamos muchas veces entrenador y jugador, y es cierto que es una vida solitaria, pero también es verdad que la recompensa de cuando te va bien y el sentimiento de superación que tienes es muy grande. Esa es la recompensa a toda la soledad que puedas sentir cuando vas a torneos. Aún así, cuando vamos a los clubes, aunque viajemos solos, luego hay un ambiente muy bueno porque hay otros chicos de sus edades y al final somos una familia».
La mallorquina, que repite experiencia, confesó que este tipo de concentraciones también sirven para evaluar el nivel de los jugadores de la isla: «Hace dos años vimos por aquí a Adriá Pol y ya lleva dos temporadas con nosotros. Cuando hicimos la concentración, me acuerdo de pensar 'qué bien juega este chico'. Voy haciendo seguimiento de niños y mi intención es venir una vez cada año».
Escuela de tecnificación
Aprovechando la jornada festiva de tenis, el presidente de la Federación Balear Toni Ferragut también se dejó caer por la isla. El mandatario destacó: «Es una buena temporada porque por fin hemos empezado la escuela de tecnificación en Ibiza».
En esta misma línea se movió el delegado insular Santiago Ripoll: «Es una satisfacción haber conseguido poner en marcha la escuela después de casi cuatro años intentándolo». «Tenemos cuatro monitores para la escuela de competición. La vamos moviendo cada sábado por todos los clubes de las Pitiusas para que la gente pueda ver cómo funcionamos.
El objetivo es que salga algún pitiuso de nivel Carlos Moyá o Rafa Nadal. Es complicado, pero estamos ahí. Nunca se sabe lo que puede pasar y la ilusión la tenemos. El tiempo lo dirá. Es importante que los padres colaboren, porque todo el mundo piensa que tiene un Nadal en casa y no es así. A los niños hay que dejarles que disfruten y el tiempo pondrá las cosas en su sitio», expuso.