El Kia Gasifred ya es de Segunda B. El equipo azulino recibió ayer la noticia por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que incluso le pilló por sorpresa. Y es que, finalmente, se ha tenido en cuenta lo que se debía tener en cuenta, es decir, la circular oficial, en la que se decía que el emparejamiento del equipo ibicenco era con el campeón navarro, el Anaitasuna, y no ante el castellano-leonés como habían informado al club pitiuso. Los navarros no se inscribieron en el playoff y, por tanto, el ascenso se confirma sin necesidad de jugar al quedar exento de rival.
Se habían enviado dos circulares en las que figuraba esta eliminatoria entre navarros y baleares, pero desde Murcia, según justifica el Gasi, le habían indicado que se debía jugar contra el Segosala, ganador de la liga de Castilla y León. Incluso el entrenador de este equipo ya había hecho valoraciones en otros medios de comunicación sobre el duelo ante los azulinos, previsto para el próximo mes de julio.
Tras confirmarse el salto a la categoría de bronce, el club deberá cambiar el chip. Sus jugadores habían regresado a la isla para entrenar de cara a la eliminatoria, pero ahora todo ha cambiado y regresarán a casa en breve mientras el club se pone manos a la obra para preparar el próximo curso.
Juan Ruiz, gerente y presidente en funciones del Gasifred, considera que «se ha hecho justicia». «Aunque todo el mundo critica las cosas, creo que se ha hecho justicia porque nuestro cuadro era con el campeón de Navarra», agregó. El máximo mandatario del club piensa que ya están en el sitio que merecían. «Bajamos voluntariamente de Segunda B a Tercera y nos pusimos a trabajar para no tener deudas con nadie. Tras estos años en Tercera, estamos donde teníamos que estar», comentó.
Sobre el proyecto, se mostró cauto, pero también «ilusionado». «No vamos a hacer un equipo para subir porque sería de locos, pero el Gasifred, si entra en Segunda B, no es para que le den por todos lados».
Lo que está en el aire es la continuidad del entrenador Luis Coria. Ruiz comentó que hay que «hablar con él». «Lo quería dejar, porque estaba un poco cansado y no tiene la titulación», agregó. Por su parte, el míster señaló ayer que «dependerá un poco, como pasó hace unos años, de la compatibilidad con el trabajo». «Evidentemente, la Segunda B exige mucho más sacrificio. Todo esto me ha cogido un poco por sorpresa. Tendré que hablar con la directiva y a ver cuál es su idea», explicó.