Puede parecer complicado situar Cotonou en un mapa de África. Sin embargo, más de un amante del baloncesto conoce esta ciudad de la república de Benín. Gracias a ella el ala-pivot Byron Richards acaba de fichar por el Bàsquet Sant Antoni. Y es que allí, en Cotonou, hace veinte años, la Unión Europea firmó un acuerdo comercial que permite el movimiento de trabajadores con 78 países de África, el Pacífico y el Caribe. Jamaica es uno de ellos y jamaicano es el pasaporte de Richards.
Con su llegada los portmanyins ocupan la ficha cotonou a la que tienen derecho como equipo EBA y, sobre todo, incorporan a un jugador de perímetro con muchos galones en el hombro. Richards (nacido en Estados Unidos en 1989) ha pasado las últimas cuatro temporadas en el baloncesto español. En la 2018/2019 consiguió subir con el CB Benicarló a LEB Plata promediando 10,6 puntos y 3,5 rebotes por partido.
La temporada pasada Richards siguió en el equipo castellonense y jugó en la segunda competición más importante entre las que organiza la Federación Española de Baloncesto.
«Byron ha vivido el proceso de evolución parecido al que está inmerso el Bàsquet Sant Antoni y nos ayudará en nuestras expectativas de crecimiento. Sus vivencias y conocimientos serán de gran valor para nosotros», lo radiografía Jordi Grimau.
El director deportivo del club ibicenco tenía el ojo puesto en el alero desde hace tiempo.
Los sesenta triples que anotó entre liga regular y playoffs hace dos campañas con un 44,4 por ciento de acierto desde la línea del 6,75 son su mejor tarjeta de presentación. Pero más allá de castigar desde lejos la canasta rival, sus capacidades son muchas y variadas; tangibles e intangibles.
«Su complexión es fuerte», dice Grimau, «y puede defender tanto a jugadores exteriores como interiores con solvencia. En el perímetro su lanzamiento de tres será también un complemento ideal para nuestro pívot, el lituano Slezas, porque le ayudará a crear espacios». Y, además, continúa el director deportivo, el «muy buen bote de balón» de Richards le permite sorprender a sus defensores y buscar el aro.
Un líder made in USA con sangre jamaicana en las venas, quizás la clave del buen rollo que Grimau cree que aportará al vestuario: «Está totalmente adaptado a España. Domina el idioma y adora nuestra cultura. Tenemos referencias que hablan de su calidad humana, su carisma y su compañerismo. Por esos motivos también era una preferencia absoluta incorporarlo».