La UD Ibiza-Ushuaïa Voley mejoró ayer sus prestaciones en el partido contra el Boiro. Después de un inicio de temporada un tanto irregular, las piezas empiezan a encajar y la mejoría en el juego es más que notable. Ante un equipo recién ascendido, los hombres de Aitor Barrero ofrecieron una buena imagen y consiguieron un contundente 3-0 que les puede servir para empezar su remontada en la tabla clasificatoria.
Liderados por Makinen, el mejor jugador de lo que va de temporada, que sumó 14 puntos y Raúl Muñoz, con 12, los ibicencos empezaron con fuerza el partido. Consiguieron una pequeña ventaja, pero los gallegos no le perdieron la cara al partido y poco a poco se fueron acercando en el marcador. Comenzó un tira y afloja con los celestes siempre por delante, que se rompió en los compases finales del set que acabó con un 25-20 en el luminoso.
Mucho más cómoda fue la segunda manga. Los locales aprovecharon que los gallegos estaban acusando el golpe de haber perdido un set igualado y enseguida se marcharon en el marcador. No hubo color en el segundo parcial que acabó con un contundente 25-15.
Parecía que ya estaba todo decidido en Es Viver y que los visitantes entregarían la cuchara ante un equipo que estaba siendo superior y prácticamente todas las facetas del juego. No fue así. El Boiro se agarró al partido y salió decidido a plantar cara en un tercer set que fue una auténtica batalla con alternancias en el marcador. Ni los ibicencos ni los gallegos conseguían cobrar una ventaja que pareciese decisiva.
Las alarmas se encendieron cuando el Boiro puso el 19-20 a su favor. Tiempo muerto del técnico local. Mano de santo. El Ushuaïa salió completamente centrado y consiguió un parcial de 6 a 1 para cerrar el set y el encuentro (25-21).
Con esta victoria, los celestes ponen el balance de sets y puntos en lo que va de liga en números favorables. Con nueve puntos aún están muy lejos de los equipos que mandan en la Superliga, pero las sensaciones empiezan a ser más positivas para un equipo que apenas pudo hacer pretemporada y en el que algunos de sus jugadores extranjeros tardaron mucho en poder incorporarse por la situación de la pandemia.