Marc Cardona aún no sabe qué futuro le espera. La reunión prevista para ayer se llevó a cabo, pero entre el equipo médico. El jugador ibicenco estaba al margen y aún no tiene noticias. Toca esperar para ver si puede intentar volver a jugar o si opta por aparcar el deporte de elite, dado que su lesión es grave y podría afectarle conforme vayan pasado los años.
El ibicenco es consciente de que opciones de jugar «hay pocas», pero su preparador físico le ha recomendado «luchar por volver a jugar». «Tengo que hablar con ellos y a ver qué pasa. Se puede ir probando a ver si puedo seguir o no. Algunos pueden seguir y otros, no. Ahora mismo, no sé si puedo jugar o no. Iremos viendo», explicó ayer el integrante del Club Bádminton Pitiús.
El deportista pitiuso atraviesa una situación difícil después de que la lesión que sufrió en julio del año pasado se descubriera que es más grave de lo que parecía. Cuando los primeros diagnósticos indicaban que se trataba de problemas de menisco, la operación a la que se sometió hace un par de sábados descubrió que tiene el cartílago muy dañado y, de hecho, va a seguir rompiéndose. Así las cosas, se pasó de pensar en una fecha de reaparición a que el jugador se planteara su continuidad en el bádminton de alto nivel, tal y como avanzó anteayer este periódico.
La lesión de Marc Cardona, que habita en la Residencia Joaquín Blume de Madrid y se ejercita en el centro de alto rendimiento de la capital, se produjo durante un entrenamiento. Se le fue la rodilla en un desplazamiento al rectificar y, desde entonces, no se ha recuperado. Solamente ha disputado un partido desde ese momento y lo hizo con la rodilla inflamada. Fue en el dobles masculino del enfrentamiento CB Pitiús-Arjonilla, celebrado el pasado mes de octubre.