Un gran varapalo. Eso fue lo que se ha llevado en la noche de este miércoles la UD Ibiza HC Eivissa en la pista del Sarrià, equipo que compartía el farolillo rojo de la tabla. El equipo ibicenco se ha tenido que conformar con un empate a 29 y se ve condenado de manera virtual a jugar en el grupo por la permanencia en la División de Honor Plata masculina. Lo peor es que ha dejado escapar una ventaja de cinco goles en el último cuarto de hora de partido y desperdició el último ataque del encuentro.
Los ibicencos, que han jugaron con la clásica camiseta naranja, nunca fueron a remolque en el marcador ante un conjunto catalán que dependía en exceso de Guillem Lozano, autor de diez de sus 13 goles en los primeros 20 minutos. Con Dani Bernández como principal estilete ofensivo –marcó cinco tantos en el primer tiempo– y Juan Gamallo realizando importantes intervenciones entre los tres palos, los pitiusos llegaron a alcanzar una ventaja de cuatro tantos en el minuto 17 (7-11).
La máxima renta visitante llegó a ser de cinco dianas cuando quedaba poco más de un minuto para acabar el primer tiempo. Incluso pudo tomar rumbo a vestuarios con esa ventaja, pero Sancho falló un lanzamiento de siete metros con el reloj a cero y la primera mitad terminó con 13-17 en el marcador.
En la segunda parte, el Sarrià no incomodó en ningún momento al HC Eivissa.
El encuentro pasó a ser un continuo intercambio de golpes. Marcaba primero el cuadro de Tilves y, acto seguido, lo hacía el equipo local. De esta forma, la diferencia se movió siempre entre los cuatro y cinco goles. Esa fue la tónica habitual durante los 18 primeros minutos, instante en que el conjunto catalán se puso a tres (22-25). A los pitiusos se les cortocircuitaron las ideas con 23-27 en el luminoso.
Encajaron un parical 0-4 en apenas cuatro minutos y medio, lo que cambió el partido por completo. En el último minuto pudo pasar cualquier cosa. El Sarrià falló su ofensiva y dejó a la Udé con 14 segundos por delante para intentar llevarse los puntos, pero no sacó tajada en ese tiempo y se marchó de tierras catalanas con un agrio empate.