Baleares no permanece al margen del giro que vaticina la mayoría de los sondeos electorales, aunque con algunos matices. El trabajo demoscópico del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) en exclusiva para nuestro diario pone de manifiesto el desgaste que acusa la izquierda por la gestión de unas circunstancias tan excepcionales como la pandemia, con el añadido de un conflicto bélico como el que se libra en Ucrania tras la invasión de las tropas rusas. Las consecuencias en la economía no pasan desapercibidas para los ciudadanos de las Islas a la hora de manifestar su apoyo a las distintas opciones, hasta el punto de dejar abierta la posibilidad de un cambio en el color del futuro Govern.
Un año por delante.
La encuesta retrata el sentir político de la ciudadanía cuando todavía queda un año para la celebración de los próximos comicios, tiempo más que suficiente para una reorientación de los resultados. Aun así, reflejan una tendencia diferente a la de las últimas confrontaciones. El PSOE soporta, con diferencia, la erosión provocada por una legislatura crítica desde la perspectiva social, sanitaria y económica; un retroceso que logra esquivar Unidas Podemos. Mientras, el bloque del PP y la derecha radical representada por Vox avanza posiciones, aunque con la participación imprescindible de Ciudadanos y Proposta per les Illes si quiere alcanzar la mayoría absoluta en el Parlament.
Alianzas complejas.
Comienza un período determinante para los partidos, aunque con un horizonte diferente al conocido en las últimas dos legislaturas. En todo caso, todavía no hay ningún partido que adquiera una posición preeminente y, en definitiva, cualquier alianza para la formación del próximo Govern requerirá la participación de tres o cuatro grupos; algunos con posiciones y estrategias antagónicas o con vetos ideológicos. Es una complejidad que queda a la voluntad y decisión de los electores.