La UD Ibiza Pitiús ha pasado en menos de un año de pelear por el título a hacerlo por la permanencia. Lejos queda ya esa tarde en la que por un set se escapó la liga en sa Blanca Dona ante el Oviedo.
Ahora, en el curso siguiente todo ha ido mal y los ibicencos se han visto abocados a un partido al todo o nada. La permanencia se juega a una carta. Una cita ante el Ravachol Pontevedra que se juega el domingo en Sa Pedrera a partir de las 11.00 horas.
Será además el último partido con el Pitiús de Vicent Martínez. Martínez, jugador, técnico y uno de los hombres fuertes del bádminton ibicenco en las últimas dos décadas dará un paso a un lado para dejar sitio a los más jóvenes tras este decisivo encuentro que no tiene nada que ver con la fiesta vivida el año pasado.
«Evidentemente, los sentimientos y las emociones son diferentes. La adrenalina ahora es inquietud. No es el encuentro que había soñado para colgar la raqueta y despedirme de la División de Honor, y aún así, afronto el reto como si fuera mi primer partido de liga, hará ya unos 20 años, con ilusión y entrega para dar lo mejor de mí en cada punto, no puede ser de otra manera, la afición, el equipo y el bádminton de Ibiza lo merecen», confesó.
Su idea es hacerse a un lado, pero seguir echando una mano a los equipos ibicencos cuando sea necesario. Además, esta temporada seguirá jugando de manera individual para intentar clasificarse para el Campeonato de Europa.
El volantista ibicenco no ocultó la dificultad que tiene este playoff por la permanencia: «Jugárselo todo a una carta siempre es presión y emoción añadida. Nuestro club ya vivió esa situación hace algunos años, aunque soy el único que queda de aquella escuadra de jugadores (risas). El Rachavol es un club muy joven y tal vez esto pueda jugar a favor nuestro en los momentos decisivos del encuentro».
Ante un rival con poca experiencia, pero con algunos jugadores de mucho futuro, Martínez tiene claro que es muy importante ponerse por delante para hacerles sentir la presión. «Empezar ganando los dobles siempre es algo positivo para encarar el encuentro, aunque ya ha quedado demostrado que un 3-0 a favor no te asegura la victoria, por lo que cada punto será clave para el veredicto final», explicó.
Necesitan apoyo
Por último, pidió el apoyo de los aficionados y reconoció que el cambio de polideportivo puede influir: «No jugar en Blanca Dona será diferente, por ello y por la importancia del encuentro, hacemos un llamamiento a todos los amantes del deporte ibicenco. Sin ellos no se habrían conseguido muchos de los grandes hitos de nuestro deporte. Así que a todos ellos, este fin de semana el deporte ibicenco os necesita».