La UD Ibiza se estrella ante el Amorebieta

La UD Ibiza tendrá que esperar para dejar atada la salvación tras sufrir un duro revés en el campo del Amorebieta. El equipo celeste sucumbió este sábado por 3-1 ante un conjunto de la zona de descenso y ya son cinco los partidos que encadena sin ganar, una minicrisis que le ha alejado de la zona de playoff y le ha impedido meterse la permanencia en el bolsillo.

Como se esperaba, Alejandro Gálvez formó tándem en el eje de la zaga junto a Rubén Goldar ante las bajas de Juan Ibiza y David Goldar. Además, Fran Grima regresó a la titularidad por el costado derecho y Gonzalo Escobar, por el izquierdo. La sorpresa del once inicial fue la ausencia de Manu Molina, cuya posición en el doble pivote la ocupó Javi Pérez. Por lo demás, Paco Jémez contó con los futbolistas que vienen siendo titulares con asiduidad.

El duelo comenzó con los vascos generando peligro. Guruzeta probó fortuna con dos disparos desde fuera del área, el segundo de ellos de falta, y en ambas ocasiones se topó con Germán. A la Udé le costaba trenzar jugadas de calidad. No encontraba su sitio en el terreno de juego y, de hecho, alimentó sus ataques de los contragolpes, con Castel como protagonista. Primero, una galopada por la izquierda del madrileño la cortó Iker Bilbao a córner en una acción que no acabó en autogol por poco.

Después, otra cabalgada del goleador celeste, esta vez por la banda contraria, terminó con un disparo desde la frontal que un zaguero despejó a saque de esquina.
Donde sí que parecía que los celestes podían hacer daño era a balón parado. Y eso que no estaba Goldar. Gálvez asumió su papel y tuvo el 0-1 en un cabezazo en el área pequeña. Por cierto, el central fue agarrado por su defensor y era la segunda vez le impedían rematar con facilidad en el área, dos acciones al límite de la legalidad.

Con todo, se veía más entero al Amorebieta en el campo y no tardó en buscar de nuevo la meta visitante. Obieta probó de cabeza pasado el ecuador de esta primera parte, pero Germán atrapó la pelota sin problemas. Poco después se produjo la mejor oportunidad de esta primera mitad, otra vez con Obieta como protagonista. El delantero, al filo del área pequeña, remató al palo un pase lateral de Larrazabal.

En la recta final de este acto, el cuadro vasco insistió sobre la meta de Germán, pero sin suerte. De nuevo Obieta lo intentó con un disparo desde la frontal que se marchó lamiendo en el palo a falta de cuatro minutos. Lo que mejor le podía pasar a la Udé es que el árbitro pitase el descanso. Y así fue. Se llegó al término de estos primeros 45 minutos con el 0-0 inicial y las ideas por aclarar antes de la reanudación del encuentro.

Triple cambio

A Paco Jémez no le gustó nada lo que había visto e introdujo un triple cambio de inicio. Eso sí, una de las sustituciones era obligada por las molestias físicas de Castel, que abandonó el campo junto a Álvaro Jiménez y Javi Pérez. Ekain, Raúl Sánchez y Manu Molina ocuparon sus puestos.
Sin tiempo prácticamente para verlos sobre el césped, llegó el 1-0. Un saque de esquina sacado en corto acabó con un gran centro de Iker Seguín y un mejor cabezazo de San José a los tres minutos de juego.

Con todo, la réplica no se hizo esperar. Cuando lo normal era bajar los brazos por el dominio rival, la UD Ibiza no tardó ni dos minutos en restablecer la igualada. Ekain, tras desmarcarse a las mil maravillas, mandó a la red un pase en profundidad, no exento de magia, de Cristian Herrera. El delantero unionista pedía perdón a la que hace dos campañas era su afición.

El choque entró en una fase de centrocampismo y poca vistosidad. Las llegadas al área contraria escaseaban, pero el Amorebieta seguía exhibiendo más hambre que el cuadro celeste. Fruto de ello, encontró premio en el minuto 63. Fran Grima golpeó el balón con la mano dentro del área tras una chilena de Irazabal y el árbitro señaló el punto de los 11 metros. Además, el lateral derecho veía su segunda tarjeta amarilla y la consiguiente roja. Guruzeta asumió la responsabilidad y transformó la pena máxima.

Cinco minutos después, el cuadro local sentenció el encuentro tras un error tremendo de la Udé. Diop no se entendió con Germán, que salió a por la pelota, y decidió despejar la pelota. Lo hizo mal y la pelota fue directa a la cabeza de Obieta, que marcó el 3-1 con la portería vacía. Esperpéntico.
El Amorebieta se adueñó del partido por completo. Supo dormirlo y dejar que pasaran los minutos para anotarse los tres puntos, mantener vivas sus opciones de salvación y dejar tocada a una UD Ibiza que sólo ha sumado tres de los últimos 15 puntos.