Chema Moreno será, salvo giro inesperado, nuevo jugador de la Peña Deportiva. El club peñista ya tiene un acuerdo con el delantero del Alzira. El que sí es oficialmente nuevo jugador de los de la Villa del Rio es el portero Edu Frías, procedente de la Cultural y Deportiva Leonesa. Además, el Formentera comunicó la llegada del extremo Javi Llario, del Atzeneta.
Moreno (Madrid, 1992) disputó 33 partidos y marcó siete goles la campaña pasada. Se trata de un ariete clásico, de 1,90 metros de altura, y con una amplia experiencia en Segunda B, donde ha jugado con el Badalona, el Izarra y el Navalcarnero. Precisamente con los badaloneses marcó un gol para la historia, el primero del 2-0 con el que los suyos eliminaron al Getafe de la Copa del Rey a finales de 2020.
Mientras se hace oficial su llegada, la Peña sí ha anunciado la incorporación del guardameta Edu Frías, de 24 años, que se formó en la cantera del Espanyol y llegó a debutar con el filial en la antigua Segunda B. Posteriormente se enfundó la camiseta del Córdoba durante tres ejercicios y la de la Cultu, que ha vestido los dos últimos años.
En la pitiusa sur están contentos con la llegada de Javi Llario, para quien el técnico Míchel Alonso sólo tuvo palabras de elogio: «Es un jugador de ataque que se puede adaptar a jugar de delantero o de extremo en cualquiera de las dos bandas, diestro, potente en el espacio, con gol y buen golpeo de media distancia».
El jugador valenciano considera que su fichaje por el Formentera es una gran oportunidad en su carrera: «Me siento muy feliz de poder fichar por el Formentera porque creo que es un gran club en el que tiene ganas de hacer las cosas bien y eso es una motivación extra que te dan. En lo personal, estoy muy contento porque supone un reto muy ilusionante para mí».
Javi Llario empezó a jugar a fútbol en el club de su pueblo, la UD Benigànim, donde se formó hasta el primer año de infantil, y completó el segundo año de la categoría en la Escuela de fútbol del Plus Xàtiva.
En edad cadete entró a formar parte del fútbol base del Valencia CF, en el que jugó dos temporadas y destacó dentro de su categoría.
La etapa juvenil la vivió íntegramente en el Real Madrid y llegó a promocionar en el equipo filial, el Real Madrid Castilla, de Segunda B. En la temporada 2017-18 fue cedido al Navalcarnero, también de la categoría de bronce, y al finalizar el curso deportivo se desvinculó del club blanco.
Fue entonces cuando firmó por el Alcorcón B, de Tercera, y formó parte del club durante tres temporadas (2018-21) antes de enrolarse en las filas del Atzeneta.