El Formentera, con seis bajas en la zona defensiva, no ha podido con el Olot y ha sufrido un excesivo castigo (1-4). No ha sido un día fácil para los de Míchel Alonso que se han visto superados desde el primer momento por un equipo catalán que ha aprovechado las debilidades defensivas para castigar a la contra. Los rojinegros han tenido ocasiones, algunas claras, pero la diferencia ha estado en las áreas.
El partido comenzó de la peor manera posible. Si ya se preveía un día complicado por las numerosas bajas que tenían los rojinegros en la zona defensiva, pero las cosas se pusieron negras cuando a los cuatro minutos, en la primera llegada, Valverde hacía el 0-1 para el Olor tras aprovechar un buen pase de Aimar.
El Formentera intentó responder con velocidad, pero Salinas, con un buen disparo a la mediavuelta, se encontró con una mejor para de Arnau. Tras este inicio con ritmo, el partido entró en una fase en el que el dominio era local, pero con problemas para llegar a la zona de ataque.
Pudo llegar el segundo de los catalanes a la media hora de juego. Valverde buscó a Eloi Amagat, pero la defensa pitiusa estuvo providencial para cruzarse y evitar lo que parecía un gol cantado. Poco después, lo intentaba Markuss con un disparo que atrapó Arnau sin demasiados problemas. Acto seguido era Marc Grau el que probaba y el balón acababa en saque de esquina.
Sin que pasase mucho más llegó al tiempo de descanso en un partido complicado para los locales, con muchas interrupciones, poco juego y, sobre todo, seis bajas que obligaron a reinventar demasiadas cosas.
La segunda parte comenzó mal. A los siete minutos de la reanudación, Manel Busquets se lanzó a la contra, con fortuna se llevó el rebote y definió para poner el 0-2 en el marcador y poner las cosas casi imposibles para el Formentera. El casi desapareció tres minutos más tarde cuando Forgas hizo el 0-3 para liquidar el partido al culminar un bonito contragolpe.
Acto seguido, Marc Grau estuvo a punto de devolver a los rojinegros al encuentro, pero su remate se estrelló contra el palo. Y poco después se le escapaba a Salinas un disparo desde la frontal del área. No era el día.
El castigo era grande y lo fue todavía más cuando Xumetra hizo el cuarto del Olot con un detalle de calidad para picar el balón por encima de Óscar Santiago. Era el minuto 73, todavía quedaban muchos minutos y la derrota era muy dolorosa.
En la recta final, el árbitro señaló un penalti sobre Gorriz. Ekiza tomó la responsabilidad y no falló para maquillar un poco el marcador. No hubo tiempo para mucho más y con el 1-4 finalizó un encuentro que más que un partido fue un castigo para un Formentera muy mermado por las bajas.