«Ha sido una semana muy dura porque no sólo perdimos, no competimos el partido. Evidentemente es más difícil de digerir. Un entrenador además de alinear, tiene que diseñar estrategias que sean posibles. Sobre todo, en situaciones difíciles como las que nos encontrábamos. Mi plan era reducir el número de puntos a cinco o seis y, ahora, con los enfrentamientos directos liquidar esa diferencia. Creo que era un plan coherente, un plan difícil, pero evidentemente no ha salido. ¿Por qué? A parte de que porque no lo hemos conseguido, pues las ventajas perdidas en los últimos minutos, unas por culpa nuestra y otras por culpa de las circunstancias, los penaltis fallados en partidos igualados, días como ante el Huesca que rematas 19 veces y no eres capaz de ganar… Esto me hace ver que el plan era posible, aunque evidentemente no está saliendo. Creo que era una estrategia más o menos válida. No obstante, como dice el azucarillo la vida es aquello que pasa mientras tú te empeñas en hacer planes». Así ha comenzado Lucas Alcaraz la rueda de prensa previa al encuentro contra el Oviedo del sábado (21.00 horas).
Una comparecencia con un tono mucho más triste que el de las anteriores dadas la muy delicada situación que atraviesa el equipo. Eso sí, al ser cuestionado por si ya había que asumir el descenso, el técnico de la UD Ibiza, ha respondido: «Es un topicazo y no me gusta, pero es la realidad. Mientras haya matemáticas hay que pelear. Hay que pelear los partidos ya olvidándose del objetivo. Hay que pelear por nuestra afición, los empleados, la propiedad, nuestro propio prestigio profesional… por muchas cosas. No podemos pensar más allá de ganar el partido».
En esa misma línea, ha señalado: «Hay que distinguir entre la emoción y el compromiso. Nosotros tenemos que estar motivados, los motivos deben ser la disciplina y la profesionalidad. Una cosa es estar motivado y otra estar animado. Lo del otro día te deja huella». Para el técnico la imagen de Tenerife sólo es comparable con la primera parte ante el Alavés y el día de Albacete. «Se ha dado una mala imagen, hay que corregirla, hay que no repetirla y hay que seguir trabajando con profesionalidad, con disciplina y como lo veníamos haciendo con anterioridad».
Alcaraz también ha sido preguntado por si estaba decepcionado con alguien. «Yo creo que como entrenador habré tenido muchos defectos o virtudes, pero delante del micrófono no me he quejado en toda la temporada. No me gustan las excusas ni las quejas. Pensar cada uno que ha hecho mal y asumirlo. Quejarte ahora de con quién o quién no, me apartaría de la línea que he hecho. No me he quejado porque se haya ido un jugador o se hayan lesionado cuatro. Sólo me he quejado de dos jugadas arbitrales, el día de Las Palmas y el día de Mirandés. Voy a seguir con la misma línea de coherencia, asumiendo lo mío e intentando dar soluciones», ha explicado.
Un rival rocoso
De cara al partido contra el Oviedo, ha afirmado que lo han preparado de la misma manera que se han preparado los anteriores: «El trabajo es el mismo. Nos va a llevar las mismas hora de trabajo el Oviedo, que el Sporting. El nivel de rigor y profesionalidad no nos podemos permitir el lujo de bajarlo. Lo tengo clarísimo. No llevo tres meses en el fútbol, son 30 años y nunca lo he bajado». Además, sobre el conjunto asturiano ha dicho: «Jugar contra un equipo de Álvaro (Cervera) es muy fácil que se te haga bola. Es un entrenador que trabaja muy bien y hace partidos muy difíciles. Tiene un buena plantilla y estoy convencido de que en el futuro estarán arriba si se queda Álvaro y le hacen caso. Va a ser un partido muy complicado».
En relación a la rueda de prensa posterior al partido ante el Tenerife, cuando pidió perdón a la afición por ilusionarla, ha matizado: «Lo que quise expresar es que, a lo mejor, en circunstancias que hemos estado a 14 puntos de la permanencia, yo me podría haber protegido más poniéndome de perfil. Las matemáticas, vamos a intentarlo, vamos a pelear hasta el final… eso es fácil y te proteges porque nadie te puede decir ‘tú dijiste'. Yo sí dije cual era mi plan y que lo iba a conseguir. Y no lo he conseguido y pido disculpas por haber ilusionado. Pero si yo soy aficionado, el propietario o el director deportivo, yo quiero un entrenador que cree. Yo no quiero un entrenador que me hable en condicional, podría ser, es posible… ¿Qué te la puedes pegar? Claro. Yo llevo ejerciendo toda la vida de médico del 112. Si eres médico de familia no se te muere ninguno porque lo derivas al especialista. Pero si trabajas en Urgencias y en el 112 unos se levantan y otros se quedan en la camilla. Eso está más claro que el agua. Yo quiero levantarlo, no que se quede en la camilla. Ahí está mi trabajo y a veces sale bien y otras mal».
Por último, sobre la posibilidad de seguir próxima temporada en Primera RFEF: «Es una pregunta difícil ahora mismo. Está todo en un momento de pensar solo en la competición. A todos se nos va la mente al futuro, pero hay que intentar estar centrado en la competición. No es eludir la pregunta, más adelante la responderé».