El polémico beso entre la futbolista de la selección femenina Jennifer Hermoso y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, sigue dando muncho de qué hablar. Tras acaparar el foco mediático tras proclamarse campeonas del mundo en Australia, la deportista emitió este miércoles un comunicado a través de su agencia de representación y el sindicato FUTPRO en el que exige que se tomen «medidas ejemplares» contra el presidente.
Tras la victoria y la posterior celebración en Madrid, las jugadoras se desplazaron a Ibiza para disfrutar de unos días de descanso y sol. Allí se les pudo en el concierto de Bizarrap en Amnesia y, también, navegando en un barco con el que se desplazaron hasta la isla vecina de Formentera.
Entre las instantáneas que han compartido ellas mismas en sus redes sociales, una de ellas no ha pasado desapercibida para los internautas. Se trata de una fotografía que ha subido Jenni Hermoso en su cuenta de Instagram en la que hace muestra de un tatuaje (más concretamente una calcomanía) que pone lo siguiente #NoHayVeranoSinBeso. Una frase que muchos han interpretado como una pulla hacía Rubiales.
Sin embargo, la realidad es otra. Las jugadoras acudieron este miércoles por la tarde a 'Beso Beach Formentera', un local de moda situado en la playa de Ses Salinas que tiene como eslogan la frase del beso que se han tatuado las jugadoras. De hecho, la redes están llenas de imágenes de todos aquellos que acuden al local y reciben unos tatuajes con su frase insignia. Por tanto, más allá de una indirecta a la polémica, las deportistas simplemente han querido seguir la tradición como todos aquellos que visitan el local.