El regreso de Mario Ormaechea al banquillo de la Penya Independent se ha traducido en una mejoría de resultados. Eso sí, el equipo sigue en la zona baja de la tabla y muy necesitado de puntos. En estos momentos es penúltimo con 11 puntos a cuatro de la permanencia que marcan el Alzira y el Formentera. El paisaje lleva siendo oscuro toda la temporada, pero ahora hay un resquicio de luz y cada vez brilla un poco más.
Ormaechea cogió el banquillo tras la jornada octava, con los de Sant Joan en la misma posición, pero con una dinámica muy diferente a la de las últimas semanas. La vuelta del entrenador que logró los dos ascensos con los naranjas también ha dado otro aire al equipo y en las cinco jornadas que lleva al frente del equipo sólo se ha perdido un encuentro. Son tres empates y una victoria, seis puntos en cinco encuentros que superan los cinco que se habían logrado en las ocho primeras citas de la temporada.
Además, si se cogen sólo estas últimas cinco jornadas, los ibicencos estarían fuera del descenso. Eso sí, por tan solo un punto ya que el resto de los equipos también han ido sumando. Desde que Ormaechea está en el banquillo, la Penya Independent es el undécimo mejor equipo con los mencionados seis puntos. Por detrás, con cinco, estarían Espanyol B y Terrassa; con cuatro, La Nucía y el Andratx; tres suma el Sant Andreu y uno el Torrent.
Sin perder lejos de la isla
Uno de los aspectos más destacables de estas últimas semanas es que los ibicencos no han perdido fuera de casa. Son tres empates desde la llegada del técnico y en campos tan complicados como el del Badalona o el del Manresa. El otro empate se logró en Alzira ante un rival directo. Entre medias se perdió en Sant Miquel contra el Atlético Saguntino, otro equipo llamado a pelear la permanencia, y se lograron los tres puntos en el derbi ibicenco ante la Peña Deportiva. Unos encuentros en los que hubo que reponerse a las numerosas bajas que está teniendo el equipo en este tramo de la temporada y que pone más en valor lo que se ha logrado en las últimas semanas.
Este duelo del norte de la isla fue, además, el único partido en el que los de Sant Joan lograron puntuar en casa. En la época de Iván Ruiz todos los puntos llegaron a domicilio. Unas cifras que hacen de los pitiusos los peores locales de la categoría. Algo que tras tumbar a la Peña Deportiva esperan que cambie, ya que el Municipal siempre ha sido un campo muy complicado para los rivales por sus pequeñas dimensiones.
Una prueba para medir esta mejoría llega este domingo con la visita del líder, el Lleida. Como es lógico no será un partido ni mucho menos sencillo, pero en el club tienen la confianza que le ha dado la mejoría de resultados y si se puede empatar fuera de casa contra el tercero, también se puede lograr algo positivo ante el primero.
La premisa en Sant Joan está clara. Quedan cuatro encuentros para finalizar la primera vuelta y hay que recortar el mayor número de puntos posibles para enfrentar el segundo tramo de la competición con mayor tranquilidad. También habrá que ver si el club acude al mercado de fichajes, algo que parece lógico para intentar encontrar esas piezas que permitan dar un salto de calidad a la plantilla para lograr el objetivo, la permanencia en este histórico año de debut en la categoría.