Primera final superada. El Class Sant Antoni venció este sábado al Ibersol Tarragona (93-60), en el partido disputado en el Pabellón de Sa Pedrera, para mantenerse líder del grupo Este de la LEB Plata. Los isleños jugaron un partido muy completo, con Vinicius Da Silva como su estrella (20 puntos, 8 rebotes, 1 asistencia y 2 tapones) y no dieron opción a su rival. No hubo color y el bloque entrenado por David Barrio, que se exprimió en defensa y brilló en ataque, dejó claro que tiene hambre y que quiere seguir haciendo historia esta temporada.
Barrio utilizó a diez jugadores y todos anotaron. Además, cuatro de ellos estuvieron por encima de los diez puntos. Y los que no brillaron tanto en el aspecto ofensivo, como Tomaic, Mollgaard o Llamas, hicieron ese trabajo muchas veces invisible pero tremendamente necesario para cualquier equipo de baloncesto. Luego, Da Silva y Fede Uclés destacaron en la pintura, mientras que Gonzalo Iglesias estuvo letal desde la línea de los 6,75 metros.
Desde el principio, el Class puso tierra de por medio. Con dos puntos de Da Silva, los baleares se escaparon 18-6 en el marcador, tras un inicio arrollador. No había espacio para la relajación. Jorge Serna, entrenador de los tarraconenses, se vio obligado a pedir el primer tiempo muerto. No sirvió de nada, porque su equipo siguió atascado y los sanantonienses lo aprovecharon con un parcial de 7-0. Un triple de Jordi Grimau fijó el 25-6. Serna tuvo que parar el choque otra vez. Después mejoraron algo los suyos, pero el primer cuarto se resolvió con 33-14.
En el segundo cuarto, el Tarragona se vio revitalizado. Tanto que los catalanes llegaron a acercarse a 13 puntos (46-33). Fue con un 1+1 de David Fernández. Sin embargo, en una plantilla con la calidad de los pitiusos cualquiera puede salir al rescate. Pero fue una vez más el capitán Jordi Grimau, que con triple cortó la revolución visitante (49-33). Después, otra canasta de tres de De la Rúa hundió al rival (52-35). Al descanso, el marcador era de 52-36.
Sabedor de su superioridad, el Sant Antoni sentenció el choque en el tercer cuarto, que acabó 71-45 a favor de los ibicencos. El partido estaba siendo un suplicio para el Tarragona y toda una fiesta para los de Portmany. Incluso, el bloque de Barrio se gustó en el último periodo. Un ‘alley oop' de Da Silva, tras asistencia de Grimau, acabó de rematar al Tarragona (79-50), que tuvo que claudicar ante el potencial del flamante líder, con el que no jugó Pablo Ferreiro por unas molestias.