El Gasifred ha visto este sábado cómo se le escapaban dos puntos sobre la bocina ante El Ejido (6-6). Los ibicencos mandaron durante casi todo el partido, pero el tanto a falta de ocho segundos para el final fue un auténtico jarro de agua fría. Un encuentro que fue una absoluta locura.
El partido arrancó con mucho ritmo, con ida y vuelta, y con dos equipos a los que no les quemaba el balón. Había una bonita disputa por la posesión, y así llegó el primer tanto del encuentro. La jugaban los almerienses, pero un mal pase permitió una contra ibicenca para que Caruso hiciese el 0-1 cuando apenas se habían jugado siete minutos.
El gol hizo que los andaluces adelantaran su presión, y eso fue aprovechado por los de Vila. Un pase al espacio permitió a Ramón Vargas quedarse en el mano a mano y hacer el 0-2 un minuto después. Empezaban muy bien las cosas para los intereses pitiusos, pero no tardó ni un minuto en recortar distancias El Ejido gracias a Rufino.
Estaba loco el partido, y el tercero fue obra de Faly. Con un poco de suerte, un disparo lejano tras un saque de esquina tocó en un defensa y despistó al portero local, que solo pudo recoger el cuero del fondo de las mallas. 1-3, con el ecuador de la primera parte superado. El 2-3 también llegó por la vía rápida, con un disparo de Adri. Mandaban los ataques sobre las defensas y, en la acción de saque de centro, golazo de Usama para el 2-4.
El 3-4 lo transformó Pope a falta de 2 minutos y 34 segundos para el descanso, para seguir convirtiendo el polideportivo almeriense en una especie de manicomio. El 3-5 llegó de penalti, gracias a un potente disparo de Faly. Solo los palos y los porteros evitaban que hubiesen llegado más goles antes del descanso.
La segunda parte empezó con una mala noticia: Buitre se tuvo que retirar en camilla, y las sensaciones no eran nada buenas para el capitán. Una mala noticia a la que siguió el gol de Rufino para el 4-5. Volvía la locura, pues acto seguido, gol del Gasifred en una acción desafortunada de los locales, que se introdujeron el balón en su propia portería. Nico Rosa fue el encargado de hacer el 5-6 cuando todavía quedaban 15 minutos por jugarse.
Fue entonces cuando el cuadro ibicenco intentó meterle un poco de cloroformo al partido, pero la realidad es que era prácticamente imposible con el empuje del conjunto de El Ejido. Ya dentro de los últimos 10 minutos, en una contra, Usama tuvo el séptimo, pero se encontró con un paradón. También tuvieron los locales el empate en un balón que se estrelló en el palo.
El ejercicio de resistencia de los de Vila era total. Aguantaban como podían ante un equipo que decidió jugar los últimos tres minutos con portero-jugador. Parecía que iba a resistir el cuadro de José Fernández, pero cuando faltaban ocho segundos llegó la sexta falta ibicenca. Rubio no desaprovechó la oportunidad de poner el 6-6. Se le escapaban dos puntos al Gasifred.