El tenista mallorquín Rafa Nadal cumplió con los pronósticos en su puesta de largo en Roland Garros, segundo 'grande' del año, y superó en tres cómodos sets al jovencísimo Gianni Mina, gran esperanza local de cara al futuro.
El número dos del mundo, tetracampeón del torneo, inició la reconquista de la Copa de los Mosqueteros con una cómoda victoria ante el francés por un triple 6-2 tras dos horas y 23 minutos de partido.
Como era previsible, el manacorí, que llega avalado por 15 victorias consecutivas y los títulos en los Masters de Montecarlo, Roma y Madrid, no tuvo que hacer grandes esfuerzos ante el 'wild card' local, al que avisó con un 'break' de inicio.
A pesar de la presión que puso Nadal desde los primeros compases, Mina, finalista de la edición júnior de Roland Garros, replicó con descaro y gozó de dos bolas de rotura en el siguiente juego, aunque el balear le dejó con las ganas de devolver el 'break'.
De nuevo Nadal impuso su resto con una nueva rotura en el quinto juego (4-1) y aunque Mina trataba de inquietar el saque del balear, no fue capaz de transformar ninguna de las siete bolas que tuvo para ello y cedió el primer set por 6-2.
En el siguiente se calcó el guión, Nadal rompió en el tercer y el quinto juegos (4-1) aunque el francés no gozó de ninguna oportunidad para reducir distancias por lo que no pudo impedir que el set se decantara del bando balear.
Tampoco tuvo más historia la tercera manga. El campeón olímpico se puso al frente con una rotura en el tercer set (2-1). Su rival, fundido físicamente, necesitó unos masajes en la espalda. A su regreso a la pista sólo pudo ofrecer un 'break' más a Nadal (5-2), que ahora espera al argentino Horacio Zeballos, 44 del mundo, al que nunca se ha medido.