España se despidió de la Copa Davis de la peor manera posible, perdiendo los partidos que disputaron Nicolás Almagro y Feliciano López, con lo que Francia se llevó la eliminatoria por 5-0, algo que no le pasaba al equipo español desde el año 1957, cuando cayó contra Sudáfrica.
En un día en que todo el mundo estaba más pendiente del fútbol que del tenis -de hecho la grada se vació de españoles respecto al día anterior-, ni Feliciano López contra Benneteau (7-6 (3) y 6-4) ni Nicolás Almagro ante Gilles Simon (7-6 (4) y 7-6 (7)) pudieron llevarse la victoria en sus respectivos duelos.
El 5-0 de Francia es un severo correctivo que España no vivía desde el año 1957, cuando perdió en Barcelona contra Sudáfrica, que paradójicamente hoy puede dar la gloria a España en otra disciplina, el fútbol.
Anteriormente, Italia (1954), Suecia (1953) y Austria (1933) también habían arrasado por 5-0 a una España que en esta ocasión no ha encontrado su sitio en la pista rápida Clermont-Ferrand.
El duelo entre «Feli» y Benneteau estuvo marcado por la eficacia de ambos jugadores en el servicio, circunstancia que se agravó gracias a la superficie rápida del Zenith de Clermont-Ferrand.
En el primer set, sólo Benneteau disfrutó de dos bolas de «break», que Feliciano salvó, por lo que la primera manga se decidió en el «tie break».
Un «minibreak» de Benneteau con empate a 3 puntos y dos «aces» consecutivos del galo dejaron visto para sentencia el primer set, que una vez más en esta eliminatoria volvía a caer del lado francés.
Feliciano acusó la embestida del francés, que le rompió el servicio en el primer juego del segundo set. Una desventaja que Benneteau desaprovecharía en el octavo juego, cuando el toledano le devolvió el «break».
Pero la reacción del toledano finalizó aquí, ya Feliciano no consolidó la rotura de servicio y Benneteau se volvió a poner por delante. Sirviendo para ganar, el francés no perdonó y certificó el 5-0 de los hombres de Guy Forget.
El primer encuentro de la aciaga tercera jornada para España, entre Simon y Almagro, se desarrolló de forma parecida, con los «tie break» como protagonistas.
En la primera manga la suerte estuvo del lado del francés, que con un 'mini break' rompió la resistencia de Almagro. Así, el primer golpe lo daba un Gilles Simon muy serio durante todo el partido, pese a la poca trascendencia del choque.
Sin embargo, Almagro no acusó la pérdida del primer set, y en el segundo, tras muchos esfuerzos -aprovechó sólo una de las seis bolas de break que le concedió Simon-, logró romper su servicio en el quinto juego.
Con 5-4 a favor de Almagro y sirviendo para ganar la manga, Simon respondió con muy buenos restos, y recuperó el terreno perdido. El partido llegó de nuevo al «tie break», donde la juez del partido, la británica Alison Lang, fue protagonista.
Un revés de Almagro que entró no fue concedido, mientras que «una bola que se fue un palmo», según el jugador murciano, acabó por dilapidar sus opciones.
Almagro perdió un partido que luchó hasta el final, y en el que incluso llegó a levantar siete bolas de partido. Irreprochable actitud.
De esta manera, Gilles Simon, número 34 del ránking mundial, consiguió su primera victoria en la Copa Davis, después de 3 partidos disputados, mientras que Almagro sumó su segunda derrota en cinco encuentros.
España deja Francia con una dolorosa derrota y tendrá que ver al nuevo propietario de la Ensaladera -los españoles llevaban dos consecutivas- desde el sofá.