Con el anuncio realizado ayer por Darren Dein, representante del jugador catalán del Arsenal Cesc Fabregas, en el que ha asegurado que el de Arenys del Mar jugará esta temporada en el club londinense, se pone fin a una novela de más de dos meses durante los cuales los gunners rechazaron todas las ofertas del FC Barcelona.
El culebrón del verano ha llegado a su fin con el desenlace menos deseado para todos los aficionados culés. En una declaración difundida por su agente, Fabregas ha manifestado que una vez que Arsenal y Barcelona no han llegado a un acuerdo para su traspaso, su intención es «centrarse al cien por cien» en su equipo de cara a la próxima temporada.
El coqueteo formal comenzó en las vísperas del Mundial de Sudáfrica, cuando el Barca, por entonces presidido por Joan Laporta, presentó una oferta al Arsenal de 35 millones de euros, la cual fue obviada.
Tras rechazar esta oferta, el club londinense había justificado en su página web que Cesc es «un futbolista muy valioso del equipo y forma parte de nuestros planes futuros». A lo que añadía que no iba a «realizar ningún tipo de contrapropuesta».
Con el comienzo del Mundial que España ganó y donde Fabregas disputó 126 minutos repartidos en 4 partidos, siendo la asistencia para Iniesta en el gol de la final su aporte más destacado, las negociaciones se enfriaron.
A esta situación se sumaba también el cambio de presidencia en el Barca. Con la asunción de Sandro Rosell se estableció un presupuesto de 50 millones de euros para fichajes, de los cuáles casi 10 se usaron en la compra de Adriano al Sevilla. Esta situación evidenciaba que con los 40 millones restantes irían a por todo con Cesc.
Durante el último mes hubo mucho revuelo mediático, versiones y reversiones, incluso hasta situaciones de comedia, como el de los festejos en Madrid de los jugadores de la selección española por la obtención del título mundial cuando Carles Puyol y Gerard Piqué le colocaron por sorpresa la camiseta del Barca, hecho que provocó la furia de los aficionados del club de Londres.
Lacrimógenos
Con Cesc de vacaciones y con el técnico del Arsenal, Arsene Wenger, pidiéndole al centrocampista que manifestara por escrito su deseo de partir rumbo a Barcelona como condición necesaria para iniciar una negociación formal, los días pasaban y las portadas de los diarios ya no sabían qué nuevo condimento agregar.
También hubo lugar para momentos lacrimógenos, cuando el Ayuntamiento de Arenys del Mar le realizó un homenaje por la obtención del Mundial de Sudáfrica. En un momento de la celebración se proyectó un vídeo con imágenes de Cesc con sus mejores momentos deportivos, muchos de los cuales eran con la camiseta del Barca durante su época de juvenil.
El Barca se despide de una de sus principales bazas, reclamada incluso por el técnico azulgrana, Pep Guardiola, tras lo cual iniciará conversaciones urgentes para duplicar la posición de Sergio Busquets, tras la marcha de Yaya Touré al Manchester City.