La selección española desperdició 18 puntos de ventaja sobre Lituania (61-43, minutos 26) y acabó perdiendo el partido, 73-76, tras jugar a la ruleta rusa en los últimos minutos.
Esta nueva derrota del equipo, no parece poner demasiado en peligro el pase a octavos, pero ya no será posible hacerlo como primeros y, quizá, tampoco como segundos. La progresión del equipo y la de los jugadores no titulares, también se marchó al traste.
La selección salió concienciada de la importancia del partido y fruto de ello quizá demasiado seria, demasiado espesa. En defensa, salvo errores puntuales gordos, se cumplió con creces, maniatando a los jugadores lituanos que no sabían por donde encontrar el camino del aro.
En ataque, sin embargo, el equipo español falló demasiado, debajo del aro y a la media y larga distancia. Pero los triples comenzaron a llegar: uno de Raúl, otro de Rudy y dos de Garbajosa y todo comenzó a cambiar. Siguió la buena defensa, se metieron triples en ataque y el marcador se disparó hasta un 22-11.
Los segundos diez minutos fueron radicalmente distintos, porque Lituania salió dispuesta a meter una marcha más al partido y endureció su defensa.
Sergio Scariolo, entrenador de los españoles, comenzó la rotación pero tuvo que frenarla de inmediato, tras un parcial de 0-8 en poco más de dos minutos, porque Lituania se acercaba peligrosamente en el marcador, 26-19 en el minuto 13. La vuelta de los titulares frenó el acercamiento de los bálticos, con un Linas Kleiza que empezaba a enseñar sus galones.
El 43-35 del descanso dejaba abierta cualquier posibilidad para ambos equipos hasta que en el inicio del tercer periodo Rudy voló sobre aro lituano, primero para anotar un 'alley-hoop', vía Ricky Rubio, y después para machacar en un contragolpe.
Con Jorge Garbajosa haciendo un gran trabajo en la defensa de Kleiza, el equipo cimentó las diferencias en torno a la decena de puntos y llegó a los 18 de ventaja en el minuto 26, 61-43.
Lituania lo estaba intentando todo pero, anulado Kleiza, apenas sí podía lanzar de tres con mucha oposición, porque debajo de los aros reinaba el rey Gasol con autoridad total.
Sin embargo, la historia se repitió con un parcial de 0-6 en dos minutos, con los menos habituales en pista y como mal menor el resultado fue 64-53, porque otro 0-10 de salida y en cuatro minutos y medio, 64-63, hizo que se encendieran todas las alarmas en el equipo español.
Lituania, en pleno éxtasis, empató a 66 con más de cinco minutos de juego por delante. La selección española desperdició 18 puntos de ventaja en 9 minutos de juego, pasando de un 61-43 a empate a 66, un desastroso 5-23.
Desde ese momento el partido se convirtió en una auténtica ruleta rusa, un peligroso juego que la selección española aceptó, y perdió. Ahora habrá que pensar en clasificarse...