Villarreal 0 - 1 Levante
Villarreal: Diego López, Mario, Gonzalo, Marchena ( Cicinho Min. 63), Capdevila ( Nicki Bille Min.75), Bruno, Borja Valero, Cazorla, Cani ( Matilla Min. 75), Rossi, Nilmar.
Levante: Munúa, Javi Venta, Ballesteros, Nano, Del Horno, Juanfran, Xavi Torres, Pallardó, Valdo ( Xisco Nadal Min. 92), Stuani (Juanlu Min. 79), Xisco Muñoz ( Rafa Jordá Min. 77).
Gol: 0-1 Min. 47 Valdo
Àrbitro: González González, mostró tarjetas amarillas a los locales Marchena, Gonzalo y para los visitantes Stuani, Ballesteros, Valdo, Xisco Muñoz, Munúa y Juanfran
El Levante logró una victoria importantísima por uno a cero en, en un campo, El Madrigal donde nadie lo había logrado, frente a un Villarreal que ha hecho el peor partido de la temporada y se complica en su lucha por estar en la Liga de Campeones.
El equipo de Luis García maniató al Villarreal desde el primer minuto y se mostró muy peligroso en los contragolpes. De esta forma el Levante logró tres puntos que le sirven para seguir luchando por salvar la categoría.
El Levante supo como parar el fútbol del Villarreal con un planteamiento defensivo y con una clara vocación, la de esperar sus opciones al contragolpe.
De esta forma y desde el primer minuto se vio a un equipo local más espeso de lo habitual, con lo que el Levante empezó a notar que su planteamiento funcionaba en lo defensivo. Así muy marcados los dos delanteros Rossi y Nilmar y desconectados los centrocampistas, el equipo amarillo no inquietaba a Munúa. P
Pero es que a ello los de Luís García sumaban un contragolpe rápido y peligroso, en cada robo de balón. De manera que era el Levante el que contaba con las ocasiones y lo hacía con tres contragolpes seguidos, que no fueron gol por muy poco.
Así a los doce minutos Stuani envió fuera un remate de cabeza solo ante el marco de Diego López, a los dieciocho minutos con un remate de Juanfran que paraba otra vez el guardameta, y un tercero que el mismo Juanfran vio como su remate se marchaba fuera tras dar en un contrario, cuando ya se cantaba el gol.
Durante la primera media hora el Villarreal chocaba en el muro defensivo del Levante y los granotas, ponían el miedo en la grada en cada contragolpe.
Una dinámica que solo cambio en los últimos diez minutos, puede que por el cansancio o por que el Villarreal apretó un poco más, pudo marcar el equipo local.
Pero en la primera jugada paró Munúa a disparo de Cani; la segunda, nadie acudió a un gran pase de Valero en la línea de gol y la tercera fue Munúa el que con una gran parada desbarató un gran remate de Rossi, tras gran jugada de Nilmar.
Con ello acabó la primera parte con más dudas para los locales y con mucha esperanza para el Levante, por lo visto en los cuarenta y cinco minutos.
Y la segunda parte comenzó confirmando lo que ya había avisado el Levante, ya que a los dos minutos ya había perdonado otra vez Stuani ante Diego López.
Cosa que no hizo Valdo en otra contra y esta vez solo ante el portero local, no perdonó el primer gol del partido un minuto más tarde.
Esto hizo que el Villarreal se desesperara ya que seguía sin poder llegar con claridad y que su juego fuera espeso y previsible. Y lo que es peor, seguía sufriendo mucho en cada perdida de pelota y en cada contragolpe.
En una de ellas Xisco Muñoz se adentró en el área y tras ser obstaculizado por Marchena, cayó al suelo pidiendo penalti. Un penalti muy protestado, pero que no quiso señalar González González.
De esta forma pasaban los minutos y seguían cayendo las ocasiones del Levante, que una vez Javi Venta que se empachó de balón ante el portero y otra Valdo que tampoco acertó a superar al portero local, desperdiciando una vez más la opción de ampliar su ventaja.
Por su parte los de Garrido por su parte se mostraban espesos y sin casi opciones de crear peligro. De esta forma pasaban los minutos que iban desesperando a un Villarreal que mostraba su peor imagen de la temporada.
Y más en casa donde el equipo castellonense se había mostrado muy superior a sus rivales. Ante esta situación Garrido apostó por un doble campo dando entrada al campo a Nicki Bille y Matilla y buscar a la desesperada el empate.
Pero los minutos pasaban y las ocasiones locales brillaban por su ausencia. Así moría el partido ante la desesperación de la grada y de un Villarreal inoperante y más espeso que nunca que encajaba su primera derrota en casa.