El atleta jamaicano Usain Bolt fue eliminado de la final de los 100 metros lisos por salida nula en una prueba que se adjudicó su compatriota Yohan Blake con una marca de 9.92 por delante de Walter Dix (10.08), que se llevó la plata, y de Kim Collins (10.09), que se adjudicó el bronce.
Se esperaba con mucha expectación la carrera del hectómetro para ver si Bolt era capaz de rebajar su propia plusmarca mundial, pero su falta de concentración provocó una salida nula con mucha antelación que le dejó fuera de la final.
El recordman jamaicano, oro en Pekín y en el pasado Mundial de Berlín en la prueba estrella, se anticipó por 0.104 décimas al disparo de salida, por lo que quedó eliminado de la final para el sinsabor de los aficionados que abarrotaban las gradas del estadio de Daegu, expectantes por ver a la estrella del Mundial.
La regla de la eliminación por el primer nulo, para muchos excesivamente severa, también frenó las aspiraciones del británico Chambers en semifinales, uno de los más claros aspirantes a disputar la final.
Con Bolt fuera de juego, se abría un nuevo abanico de candidatos al oro, pero el aspirante y compatriota de Bolt, Yohan Blake, no dio opción a sus rivales pese a que realizó una mala salida. Blake se proclamó nuevo rey de los 100 metros parando el crono en 9.92, único en bajar de los 10 segundos y marca baja para una final, pero que le ha servido para desbancar a Bolt.
El podio lo completaron el americano Walter Dix, que se colgó la plata con un tiempo de 10.08, y el de Saint Kitts y Nevis Kim Collins que paró el crono en 10.09 para adjudicarse el bronce. Con este resultado, se cumple el vaticinio del oro olímpico en Sidney Maurice Greene, quien predijo que Blake sería el vencedor.
Bolt podrá subsanar parcialmente su grave error en las pruebas de 4x100 y en la de 200 metros, en la que buscará revalidar su título y poder seguir sonriendo tras el mazazo que ha sufrido en la prueba estrella de los 100 metros.