El australiano Casey Stoner (Honda RC 212 V) sumó su séptima victoria de la temporada al obtener un claro triunfo en el Gran Premio de Indianápolis de MotoGP que se disputó en el circuito Brickyard de esta ciudad estadounidense.
El campeón del mundo, el español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1), se tuvo que conformar con la cuarta plaza, superado por Dani Pedrosa (Honda RC 212 V) y su compañero de equipo, el estadounidense Ben Spies (Yamaha YZR M 1).
Pedrosa sabía que su única oportunidad era ser muy rápido al apagarse el semáforo rojo para sorprender a un inalcanzable durante los entrenamientos Casey Stoner, y así fue que llegó líder al final de recta, con Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) intentándose «colar» por el interior al australiano.
Pedrosa logró su objetivo y comenzó a tirar con fuerza para buscar una ventaja que le garantizase la victoria, lo que le llevó a marcar tres vueltas rápidas consecutivas, pero tras su estela acabó encontrándose a un Stoner que en la segunda vuelta ya había superado al campeón del mundo en título, Lorenzo.
Sin prisas ni errores, Casey Stoner esperó el momento preciso para superar a su propio compañero de equipo.
Ese momento llegó en la séptima vuelta, en la que de forma limpia superó a Dani Pedrosa, marcó su segunda vuelta rápida de carrera y comenzó el sendero hacia la séptima victoria de la temporada, que nadie pudo contrarrestar en modo alguno y que no hizo sino refrendar la gran superioridad del australiano en Indianápolis y, en general, a lo largo de la temporada.
Con Stoner en cabeza, Dani Pedrosa intentó consolidar la segunda plaza de los ataques iniciales y poco efectivos de Jorge Lorenzo, quien se las tuvo que ver más tarde con el también italiano Marco Simoncelli (Honda RC 212 V).
Simoncelli puso en evidencia la velocidad punta y aceleración de la Yamaha del campeón del mundo, que suplió esas deficiencias con su valentía, pero estaba en inferioridad frente al italiano, quien sin embargo cometió un error en la séptima vuelta que a punto estuvo de hacerle caer y que sirvió para darle un pequeño respiro a Jorge Lorenzo.
Ese respiro fue el que no tuvo Valentino Rossi, quien salió bien con su Ducati Desmosedici GP 11.1 ganó cuatro puestos en la primera vuelta, pero antes de llegarse al ecuador de la carrera los problemas le hicieron perder posiciones y verse en la última plaza.
Tras un conato de abandono, con sus mecánicos preparando la segunda moto en su taller, el campeón italiano regresó a la pista para intentar acabar la prueba de la mejor manera posible y dando además una lección de profesionalidad que no suele ser habitual.
Todo un nueve veces campeón del mundo aguantó con pundonor en la pista a pesar de ser último y, desde ahí, intentar recuperar posiciones al superar al checo Karel Abraham (Ducati Desmosedici), verse beneficiado por el abandono de su compatriota Loris Capirossi (Ducati Desmosedici) o doblegar a Toni Elías (Honda RC 212 V) y Cal Crutchlow (Yamaha YZR M 1) para ser décimo.
Delante, todo estaba visto para sentencia. Casey Stoner marcó un ritmo muy superior al de sus rivales y poco a poco se alejó de ellos, con Pedrosa en una cómoda segunda posición y Jorge Lorenzo tercero, beneficiado del error de Marco Simoncelli.
Uno de los aspirantes al podio era el estadounidense Ben Spies (Yamaha YZR M 1), pero un toque en la salida con otro piloto le alejó de las posiciones de cabeza, a las que poco a poco fue llegando para situarse tras la estela de Jorge Lorenzo, su propio compañero de equipo, más o menos en el ecuador de la prueba.
Ese fue uno de los momentos interesantes de la carrera pues Lorenzo, entonces tercero, luchaba por el título mundial, mientras que Spies lo hacía por el orgullo de acabar sobre el podio en su país y pudieron más las razones de éste que el interés del primero.
Àlvaro Bautista (Suzuki GSV R), autor del noveno mejor tiempo de entrenamientos supo mantener un ritmo constante y doblegar a sus rivales de turno para consolidar una sexta posición que peleó durante buena parte de la carrera con el también local Colin Edwards (Yamaha YZR M 1), pero que se acabó adjudicando en propiedad.
Otro español, Héctor Barberá (Ducati Desmosedici), luchó durante buena parte de la prueba con el francés Randy de Puniet (Ducati Desmosedici) y el japonés Hiroshi Aoyama (Honda RC 212 V) y todos alcanzaron y superaron al italiano Marco Simoncelli, pero en la última vuelta se fue por los suelos sin opción de finalizar.
La decimotercera posición fue para Toni Elías (Honda RC 212 V), sólo por delante del estadounidense Nicky Hayden (Ducati Desmosedici), quien tuvo problemas en su rueda delantera que le obligaron a entrar en su taller y regresar para ser el último de la clasificación a dos vueltas del vencedor.