La nadadora de sincronizada Gemma Mengual ha anunciado hoy, a los 34 años, que se retira de la competición al no haber encontrado, en su retorno tras la maternidad, motivaciones suficientes para seguir en activo.
«Siento que ya le he dado este deporte todo lo que le podía dar», ha explicado Mengual en una rueda de prensa que ha ofrecido en el Museo Melcior Colet de Barcelona.
Acompañada de su hijo Nil, que lloraba desconsolado porque quería estar en brazos de su madre, su pareja Enric, sus padres y amigos, la seleccionadora, Anna Tarres, y sus compañeras de equipo, quienes le han regalado un enorme ramo de flores, la nadadora catalana ha dicho adiós «feliz» por haber tomado «la decisión acertada».
«Los deportistas tenemos la suerte de poder retirarnos jóvenes. Y yo además no lo hago porque tenga problemas personales o por culpa de las lesiones, sino que lo hago convencida porque es lo que realmente deseo», ha manifestado.
Gemma Mengual ha explicado cuándo se dio cuenta de que era el momento de poner punto y final a tanto sacrificio, a los largos viajes y a las duras sesiones de entrenamiento.
De volver a casa para dedicar más tiempo a su familia, pese a que los Juegos Olímpicos de Londres, los cuartos en los que hubiera participado tras los de Sydney, Atenas y Pekín, están a la vuelta de la esquina y disputarlos habría sido el broche de oro a su brillante y dilatada carrera.
Fue en diciembre pasado, cuando el equipo español de natación sincronizada partió hacia China para disputar la FINA World Trophy. «Tenía que despedirme de Enric y de Nil y no quería hacerlo. Entonces me di cuenta de que esto ya no me hacía feliz, de que ya no me sentía realizada y de que había llegado el momento de dejarlo».
Emocionada pero sonriente y serena, Mengual ha querido agradecer a todos aquellos que le han apoyado en sus casi 20 años de carrera, durante los cuales ha acumulado nada menos que 37 medallas en las grandes citas, entre Juegos Olímpicos, Europeos y Mundiales.
En su impresionante currículum, solo hay una espinita clavada: la medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. «Me hubiera gustado ganarla, pero la vida es así, no puedes lograr todo lo que te propones».
La barcelonesa, la 'sirena' más mediática, la mujer que sacó la sincronizada del ostracismo, una de las mejores nadadoras españolas de todos los tiempos, ha decidido poner punto y final a su carrera. Y nadie ha querido perderse el anuncio de su adiós.
Tampoco Fernando Carpena y Enric Bertrán, presidentes de la federación española y catalana de natación, respectivamente, e Ivan Tubau, secretario general del Deporte de la Generalitat, quienes la han flanqueado en su alocución.
Gemma Mengual ha dicho desconocer qué hará a partir de ahora -"me gusta que la vida me sorprenda», ha apuntado- aunque no escondido su deseo de seguir «vinculada al deporte y, especialmente, a la natación sincronizada», aunque no sea en una futuro inmediato.
La seleccionador Anna Tarrés, que la conoce mejor que nadie, ve en ella «una futura entrenadora». Se imagina a su ya expupila trabajando con las más jóvenes, aunque está convencida de que no llegará a ser tan buena como lo ha sido dentro del agua.
Para Tarrés, Mengual ha sido una de las grandes de la sincronizada, una artista con una sensibilidad especial para interpretar este deporte.
«Era muy expresiva dentro del agua y, cuando levantaba una pierna, no solo emocionaba a los jueces sino también a la grada», ha sentenciado.