El tenista español Rafael Nadal, seis veces campeón de Roland Garros, repasó en una entrevista publicada hoy por el diario galo «L'Équipe» la sonada polémica por los «guiñoles» del país vecino, y señaló que en Francia «están un poco obsesionados» con el dopaje.
«Yo nunca acusaría a nadie sin pruebas. El problema que tienen en Francia, y no sé por qué, es que dudan de todo el mundo. No se me puede acusar de tener la 'poción mágica' porque la poción mágica es el trabajo y el esfuerzo», aseguró el número dos del mundo.
En los últimos meses, un artículo del extenista Jannick Noah poniendo en entredicho la limpieza del deporte español y una serie de parodias en la emisión de «los guiñoles» de «Canal Plus» que bromeaban sobre Nadal, en particular, y sobre los deportistas españoles, en general, elevaron la tensión entre España y Francia en relación con el dopaje.
«No me hizo reír, pero cada uno tiene su humor. Cada país tiene un humor diferente. El humor francés y el español no es el mismo», comentó el español, quien agregó que «una parte de la población que no sabe cómo es el deporte profesional, que no sabe cómo funcionan los controles antidopaje: que hay casi todos los días, que debemos estar localizables 365 días al año».
Nadal, que cuenta en su palmarés con 10 títulos de Grand Slam, 19 de Masters 1.000 además de 4 títulos de Copa Davis y un oro olímpico, aseguró que «es imposible hacer trampa, tener sustancias ilegales en el organismo y pasar los filtros» porque los tenistas están «sometidos a un sistema exhaustivo».
«Quizá soy ingenuo, pero es mejor que lo sea. Estoy tan alejado del mundo del dopaje que mi desconocimiento es total. No lo conozco en absoluto, cero», aseguró el número dos del mundo, quien defendió que «el tenis es un deporte limpio» en el que ha habido «muy pocos casos de dopaje».
En la entrevista, publicada hoy, y realizada antes de que Nadal cayera en las semifinales del torneo de Indian Wells contra el suizo Roger Federer, el mallorquín insistió en que no tolera que vinculen su nombre con el dopaje cuando nunca ha tenido el mínimo problema en un control.
«No acepto que me etiqueten como 'dopado' cuando desde hace siete años trabajo miles de horas cada puto día. Al final, cansa», agregó el tenista, de 25 años.
Defendió además los éxitos del deporte español y renovó su confianza en su «amigo» Alberto Contador, ciclista sancionado por haber dado positivo por clembuterol.
«Dice que no se ha dopado y le creo, porque es mi amigo. Cuando salió el control positivo de Richard Gasquet, rápidamente dije que no creía que se hubiera dopado porque le conozco desde los once o doce años y no me lo podía creer».
Per eso, deseó a Contador «de todo corazón» que vuelva «fuerte, con el espíritu de campeón que le caracteriza».
«Me hace feliz ver al deporte español brillar en el mundo», agregó el mallorquín, que aseguró que los deportistas deben ser iconos ejemplares.
«Debemos ser ejemplos. El deporte debe de continuar representando algo sano. El esfuerzo cotidiano, con la victoria o la derrota al final, pero la búsqueda del máximo», comentó.