Arantxa Sánchez Vicario ha dimitido de su cargo como capitana del equipo de Copa Federación, en apoyo al numeroso grupo de jugadoras españolas que recientemente se manifestaron en contra del actual presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela.
Así lo ha comunicado Arantxa en una carta dirigida al propio presidente de la RFET. El contrato de la exnúmero uno del mundo con este organismo finalizaba el próximo 31 de diciembre del 2013, y el próximo día 26 de diciembre tendrá lugar la composición de la Asamblea que será la que elija presidente, el 19 de enero.
En la carta, Arantxa expresa que «el último incidente del «plante» de un grupo muy numeroso de jugadoras de romper sus relaciones con la RFET, ha sido determinante», para tomar dos decisiones, entre ellas su dimisión irrevocable.
«Dar soporte a las jugadoras en su planteamiento para el que me han pedido mi apoyo», enumera Arantxa. «Aunque yo no he formado parte de ninguna reunión entre jugadoras, ni conversaciones de firmas, yo no puedo ignorar a la mayoría de las jugadoras y quedarme al margen», añade.
Relaciones rotas con Escañuela
El pasado día once de diciembre, las principales jugadoras españolas anunciaron su decisión de «romper relaciones a nivel personal y profesional» con Escañuela, al estimar que éste había incumplido los acuerdos que ambas partes firmaron hace dos años en el Consejo Superior de Deportes para asegurar el futuro del tenis femenino.
Junto a los nombres de Carla Suárez, Garbiñe Muruguruza, María José Martínez, Silvia Soler, Estrella Cabeza, Nuria Llagostera, Arantxa Parra, Lourdes Domínguez, Laura Pous, figuraban también los de Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez.
Esta última se desvinculó al día siguiente de dicha carta al aclarar que aunque apoyaba el tenis femenino, no había formado parte de ninguna reunión organizada por dichas jugadoras, «ni de conversaciones, de firmas y menos aún de negociaciones ni de reuniones con el Sr. Escañuela».
Anabel Medina, Lara Arruabarrena y Tita Torró fueron las tres únicas tenistas españolas de nivel que en principio no se unieron a la iniciativa.
«Yo no puedo cortar una relación ni profesional ni personal con el Sr. Escañuela, ya que la única relación que he tenido, y que mantengo con él, ha sido cordial y en contadas ocasiones», matizó Conchita Martínez.
Arantxa señala en su misiva de hoy que respecto a la RFET desconoce actualmente, «el planteamiento de los proyectos de futuro para poder dar argumentos ni valoraciones de ellos».
Un año como capitana
El anuncio como capitana del equipo de Copa Federación de Arantxa se hizo oficial el 28 de diciembre del pasado año y su debut se produjo contra Rusia (3-2 para las rusas) en febrero del pasado año en la primera ronda del Grupo Mundial en Moscú.
Luego, del 21 al 22 de abril, el equipo español cayó ante el de Eslovaquia (3-2) en Marbella en la repesca. Situado ahora en el Grupo Mundial II en 2013 tras descender de la elite, espera rival en el sorteo que tendrá lugar el seis de junio en Roland Garros.
«Hace un año acepté con ilusión asumir la responsabilidad de ser capitana del equipo español femenino. Desde el primer momento he tratado de realizar mi trabajo con la máxima profesionalidad, de la misma manera que lo hacia en mi época de jugadora y además, tratando de aportar mi experiencia», dice Arantxa en su carta.
«Sé que te consta que no era una tarea sencilla y que volver a estar al nivel que el tenis femenino estuvo requiere un gran esfuerzo por parte de las diferentes Federaciones lideradas por la RFET, también por los clubes de tenis (que en España tienen un gran peso), fundamental la implicación de las jugadoras, a las que se les tienen que facilitar los recursos en todas sus formas», añade.
Arantxa presenta su dimisión un año antes de que finalice su contrato. «Creo que es lo coherente y lo que profesionalmente estoy obligada a decidir», dice en su nota en la que apunta que espera y desea que esta decisión «sirva de revulsivo para que la RFET tome las medidas y decisiones que hagan posible un cambio radical en los planteamientos con el tenis femenino».
«Yo siempre estaré dispuesta a dar mi soporte al tenis español en la medida de mis posibilidades» dice Arantxa. «Me he sentido respetada y querida siempre, y ese es el premio que valoro más. Precisamente por esos valores que tanto respeto me veo en la obligación de no continuar».