José Romero (Antequera, Málaga, 28-2-1954) ha sido protagonista en la última semana por dos motivos muy diferentes. El Huevero –se le quedó este apodo tras haber vendido huevos durante dos meses a principios de los 80– fue galardonado con el trofeo Tarjeta Blanca al mejor delegado de Tercera División por el Comité Balear de Árbitros de Fútbol, durante su gala anual celebrada en Palma el pasado fin de semana. La alegría del reconocimiento casi se tornó en tragedia apenas 48 horas después, cuando, ya de vuelta en Eivissa, sufrió una arritmia y tuvo que ser ingresado en Can Misses. Afortunadamente, se ha recuperado.
Romero fue el único representante ibicenco premiado en esta cita. El delegado del San Rafael se llevó este mérito curiosamente en un año en el que se suponía que no iba a seguir desempeñando esta función. «Estoy cansado. Tengo que operarme las rodillas y no puedo apenas ni andar ya», dijo en la edición de Ultima Hora Ibiza y Formenera del del 17 de mayo de 2012, poco después de haber recibido una placa por parte del San Rafael en homenaje a su dedicación al club e hipotética retirada. En el curso 2012-13, no ejerció de delegado durante prácticamente los dos primeros meses, pero acabó uniéndose pronto al San Rafi. Como se suele decir, la cabra tira al monte, y Romero no pudo separarse de su pasión: el fútbol.