No hace mucho que se vieron las caras. El último choque entre estas dos leyendas en activo del tenis, se produjo en el Masters de Londres, el pasado noviembre. El marcador sonrió a Nadal por 7-5 y 6-3. Era el cuarto enfrentamiento entre ambos durante la pasada temporada y en las tres restantes la victoria también cayó de lado del mallorquín. Sin embargo, hay que remontarse a dos años atrás, precisamente en Australia, para encontrar un choque entre ambos en un Grand Slam. Fue en semifinales y el manacorí venció en cuatro sets para después caer ante Djokovic en la final más larga disputada hasta la fecha en este torneo. El suizo, que cuenta con el asesoramiento del extenista sueco Stefan Edberg, buscará (9:30 horas, viernes) disputar su primera final de Grand Slam desde 2012, cuando jugó y ganó la de Wimbledon.
La rivalidad entre ambos tenistas se puede decir que, a pesar de ser actual, es legendaria. Ambos han demostrado su admiración mútua y el hecho de haber coincidido en el tiempo les ha hecho mejores tenistas, aunque también les ha privado de ganar aún más ‘grandes'.
El encuentro, en lo táctico, no ofrecerá grandes sorpresas. Nadal buscará abrir la bola al revés de Federer e intentará mover al suizo para evitar que golpee de forma cómoda a la bola. Por el contrario, el jugador más laureado de todos los tiempos tratará de acortar los puntos, sabedor de que en el cuerpo a cuerpo tiene todas las de perder ante Nadal.
Ambos llegan a semifinales habiendo perdido un set y los dos en la ronda anterior. Nadal sucumbió ayer en la primera manga ante Dimitrov y Federer perdió el tie break del tercet set ante Murray.
Soluciones
Nadal intentará buscar una solución para que perder la sensación de que la raqueta se le escapa cuando saca. El manacorí sabe que ante un jugador de la categoría del suizo no puede darle la más mínima ventaja. Como suele ser habitual, Nadal dijo ayer: «Necesitaré hacer mi mejor tenis si quiero tener alguna oportunidad de ganar».
Aunque algunos daban por ‘enterrado' a Federer, lo cierto es que en este Open de Australia está demostrando encontrarse en una gran forma. Completó un gran encuentro ante Murray y se ha hablado de su exhibición ante Tsonga en octavos. Sin embargo, contra Nadal siempre es otra historia, donde la parte mental tiene un papel importante y es allí donde el manacorí decanta la balanza a su favor.