Miles de aficionados se desplazaron ayer hasta el estadio Santiago Bernabéu para dar el último adiós al presidente de Honor del Real Madrid, Alfredo di Stéfano, y el pésame a los familiares, en una capilla ardiente engalanada con imágenes del futbolista y todos sus trofeos durante su etapa en el club blanco.
A la capilla, instalada en el palco de honor del Bernabéu, acudieron parte de la cúpula blanca, encabezada por el presidente Florentino Pérez; los jugadores Iker Casillas, Nacho Fernández, Dani Carvajal y Sergio Ramos; el director de relaciones institucionales y relaciones públicas del Real Madrid, Emilio Butragueño; el expresidente Lorenzo Sanz; el vicepresidente Fernando Fernández Tapias; y el exdirector deportivo Miguel Pardeza.
Además, al acto de despedida de Di Stéfano asistieron el exjugador del Real Madrid, Fernando Hierro; el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, el presidente del CSD, Miguel Cardenal, y la delegada de Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Por su parte, el Atlético de Madrid, liderado por su presidente, Enrique Cerezo, el director deportivo, José Luis Pérez Caminero, y su capitán Gabi, dejó a un lado su rivalidad para acompañar al Real Madrid en uno de los días más tristes de su historia.
Tampoco faltaron el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Manuel Rubiales; el presidente del COE, Alejandro Blanco; o el ex jugador de baloncesto Fernando Romay, entre un sinfín de autoridades deportivas y públicas.
Entre las llegadas más tristes, destacó la de los capitanes del Real Madrid y de la selección española, Iker Casillas y Sergio Ramos, quienes se detuvieron a hablar con los familiares. Asimismo, Botella permaneció con rostro triste ante el féretro del jugador durante unos segundos.
El propio palco se vistió con imágenes del jugador blanco en su etapa en el Real Madrid, con las cinco Copas de Europa y todos los trofeos personales además de su camiseta y sus botas. El féretro del jugador estuvo cubierto por la bandera blanca con el escudo del Real Madrid.