Un juez de Gavà (Barcelona) ha desestimado el recurso del futbolista Lionel Messi contra su imputación por tres delitos de fraude fiscal al entender que el delantero podría conocer las actividades de su padre, Jorge Horacio Messi, que es su representante y le lleva su actividad económica.
El juez también rechaza la propuesta de Messi de que declaren como testigos al consultor Alfonso Nebot, que trabaja para las empresas de Messi; el abogado Ángel Juárez, y el director del Área de gestión de Fútbol del FC Barcelona, Raúl Sanllehí, por considerar que sus declaraciones «no resultan pertinentes».
Pese a que el fiscal apoyó el recurso presentado por Messi al creer que no hay indicios de la comisión de ningún delito por parte del jugador y pidió «el sobreseimiento libre respecto de él», el abogado del Estado se ha opuesto y el juez entiende que es una «opinión subjetiva» que futbolista «estuviera al margen de la gestión económica, contractual y tributaria de los ingresos que generaba», aunque fuera su padre quien los gestionaba.
El titular del juzgado de instrucción número 3 de Gavà mantiene la imputación contra Messi, además de contra su padre, por tres delitos contra la Hacienda Pública por defraudar presuntamente 4,1 millones de euros en las declaraciones del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas de los ejercicios 2007, 2008 y 2009, burlando la tributación de los ingresos derivados de la cesión de los derechos de imagen del jugador a través de un entramado societario.
Ya rechazó el pasado mes de julio la petición de la Fiscalía de archivar la causa contra Messi y mantenerla sólo contra su padre por creer que existen «indicios suficientes» para considerar que «podría haber conocido y consentido la creación y mantenimiento de una estructura societaria ficticia, que tenía como única finalidad eludir el cumplimiento de las obligaciones tributarias derivadas de los ingresos generados por la explotación de sus derechos de imagen».
En el auto de desestimación del recurso, el juez relativiza las afirmaciones de los peritos ante el juzgado que explicaron que era el padre de Messi quien gestionaba todos sus contratos y la actividad económica, aunque desconocían si también la fiscal.
El juez se acoge a la declaración de un perito que afirmó en su declaración que Messi, en cuanto a su actividad económica, «firma lo que le ponen, no tiene tiempo ni ganas, se dedica al fútbol y ya está», aunque puntualizó que eso era una «opinión subjetiva».
Aduce el magistrado que al tratarse de «una opinión subjetiva, una impresión, una suposición», no queda acreditado que Messi «estuviera al margen de la gestión económica, contractual y tributaria de los ingresos que generaba, sino simplemente que quien se ocupaba de ello era su padre».
«En el caso hipotético de dar por cierto lo que no deja de ser una suposición, ello no impediría que Lionel Messi pudiera haber conocido y consentido la defraudación tributaria», concluye el juez.
Además, el juez recuerda que para imputar al jugador «basta con que existan indicios de que Lionel Messi ha podido conocer y consentir la conducta defraudatoria, incluso a título de dolo eventual, sin que sea necesario ni que tales indicios hayan sido plenamente acreditados ni que dicho conocimiento pueda haber abarcado todas las operaciones contables o societarias o la cuantía exacta de lo defraudado».