El piloto español Fernando Alonso (McLaren) inicia este fin de semana su decimocuarta temporada en la Fórmula 1 ya recuperado del accidente que le apartó de Australia y decidido a exprimirse en en el Gran Premio Malasia, aunque consciente de la debilidad de su coche en una cita donde vuelve a barruntarse dictadura de Mercedes.
La segunda etapa del bicampeón mundial en McLaren no ha podido empezar con más problemas, con un MP4-30 que decepcionó en pretemporada y un accidente en el último test en Montmeló que, aunque no le causó ninguna lesión, le apartó por precaución de la carrera en Melbourne Park.
Más de un mes después de aquel choque, ha sido el propio piloto quien ha esclarecido lo ocurrido durante la rueda de prensa oficial previa a Malasia, aportando una versión muy diferente a la difundida por McLaren, que atribuyó la causalidad a las fuertes rachas de viento.
«El coche tuvo un problema y la dirección se bloqueó», ha zanjado Alonso, confirmando que al nuevo monoplaza con unidad de potencia Honda está lejos de ser fiable, y mucho más de ser suficientemente poderoso para codearse con la élite de la parrilla. La última posición de Jenson Button confirmó este sombrío panorama para el equipo inglés en Melbourne, donde Kevin Magnussen ni siquiera pudo comenzar la carrera por problemas de motor.
Pese a todos estos contratiempos, el piloto español se ha declarado «la persona más feliz del mundo» al llegar a Sepang, uno de sus circuitos favoritos donde ha logrado ganar con Renault (2005), McLaren (2007) y Ferrari (2012). Este último triunfo vestido de rojo fue especialmente épico, ya que remontó partiendo desde la octava posición de salida.
Hamilton y Rosberg siguen disputando su propia liga
Alonso retorna tras perderse el GP Australia, donde los problemas habituales de cada comienzo de temporada provocaron siete abandonos antes de finalizar la primera vuelta y que solo 11 pilotos vieran la bandera a cuadros, la mayoría muy alejados de los bólidos de Mercedes, que iniciaron el curso mostrando el mismo dominio del año pasado.
En ese mano a mano particular entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, el inglés empezó golpeando primero con su doblete de 'pole' y victoria, aunque no logró despegarse en ningún momento de su compañero y máximo rival, que acabó a poco más de un segundo y llega al trazado asiático con ganas de revancha.
Por detrás, el tercer puesto de Sebastian Vettel confirmó la mejoría de Ferrari, que ya había dejado muestras de progreso en pretemporada. Muy cerca finalizó Felipe Massa, confirmando que Williams se postula como el principal rival de la 'Scuderia' en esta pelea 'mortal' por debajo de Mercedes, ya que Red Bull no logró rendir al nivel esperado y Daniel Ricciardo concluyó sexto y muy distanciado.
Además del retorno de Alonso, la afición española cuenta con nuevos alicientes en las figuras de Carlos Sainz (Toro Rosso), que protagonizó un agridulce debut en Australia, donde puntuó pese a perder medio minuto por un error de sus mecánicos durante una parada en 'boxes', y de Roberto Merhi (Manor), que espera debutar finalmente tras los problemas técnicos que aguaron su participación en Australia.