Rafael Nadal no festejaba su cumpleaños en París desde hacía dos años, porque el pasado lo hizo en Manacor tras abandonar el torneo de Roland Garros por una lesión de muñeca, pero este sábado celebró los 31 en la capital francesa y con una fiesta de homenaje de la organización.
Tras entrenarse en la pista 4 durante 90 minutos para preparar el duelo de octavos de final de mañana contra su compatriota Roberto Bautista, se trasladó a una sala de los organizadores donde le esperaba buena parte del equipo, encabezado por el presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT), Bernard Giudicelli, quien le entregó una mochila personalizada.
La tradicional tarta, que en alguna ocasión la organización ha hecho en la sala de prensa, un año en presencia de su buen amigo Pau Gasol, se la comió en esta ocasión lejos de las miradas de los informadores, por lo que las únicas imágenes son las que han distribuido los organizadores. «Feliz cumple Rafael», podía leerse en el pastel de chocolate.
Como había anunciado la víspera, Nadal se marchó luego a comer con su familia para celebrar el cumpleaños y por la noche seguirá la final de la Liga de Campeones que su equipo, el Real Madrid, jugará contra el Juventus.
Camino de su décima Copa de los Mosqueteros, Nadal se ha convertido ya en una leyenda en Roland Garros, torneo que ha anunciado que levantará una estatua en su memoria.