El ciclista francés Arnaud Démare (FDJ) ganó este martes la cuarta etapa del Tour de Francia, disputada entre Mondorf-les-Bains y Vittel sobre 207,5 kilómetros, en un sprint accidentado con dos caídas, la última a escasos metros y con polémica, tras una jornada plácida y sin sobresaltos en la que Geraint Thomas (Sky) retiene el maillot amarillo pese a estar en la primera caída, situada ya en la zona de protección.
La aproximación a Vittel fue tediosa y de muchos nervios por las varias disputas entre los equipos por llevar la iniciativa y coger la mejor línea, y al final hubo que lamentar dos caídas en la parte frontal del gran grupo, la primera bastante masiva y con el líder implicado junto a varios miembros del Sky y otros integrantes que iban en cabeza,
En la segunda caída, los más perjudicados fueron el británico Mark Cavendish (Dimension Data), que se fue al suelo apartado por un codazo del eslovaco Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) que le empujó contra las vallas, y el alemán John Degenkolb (Trek), que arrolló al británico sin tener tiempo de reacción para esquivarle.
Más allá de Démare, que venció ante el propio Sagan y el noruego Alexander Kristoff (Katusha), el protagonista de la jornada fue Guillaume van Keirsbulck (Wanty-Groupe Gobert), que se llevó el premio a la combatividad en esta jornada tras una larga fuga en la que ofreció un buen pulso al pelotón, llegando a tener más de 10 minutos de ventaja y rodando en solitario prácticamente la totalidad de la etapa.