Peter Bagge es conocido, sobre todo, por Odio, una disección en clave de humor de su propia juventud en la Seattle del apogeo del grunge. Personajes como Buddy Bradley o Apestoso han acompañado a toda una generación de lectores que creció con ellos y que los acompañó desde su rabiosa juventud hasta su madurez y vida familiar. Efectivamente, Bagge aparcó Odio cuando entendió que era una serie que no podía dar más de sí. A partir de ahí abandonó el formato serial y adoptó el de novela gráfica para publicar historias de temas que le interesasen, principalmente la dificultad de la vida urbanita o de la intrusión de las tecnologías en nuestra vida.
En los últimos años, Bagge ha realizado varias biografías en cómic sobre personajes femeninos. La mujer rebelde, sobre Margaret Sanger, activista por el control de la natalidad, educadora, enfermera y protofeminista y Fire!!, sobre Zora Neale Hurston, uno de los nombres clave del llamado renacimiento de Harlem. En este caso, completando su trilogía sobre mujeres importantes del siglo XX, el autor nos ofrece Credo, la biografía de otra fascinante pionera del pasado siglo: la escritora, feminista, corresponsal de guerra y libertaria Rose Wilder Lane.
Quizá su nombre no suene al lector corriente, pero quizá la pueda situar en su contexto si decimos que es la hija de Laura Ingalls Wilder, con quien coescribió los libros de La casa de la pradera. Rose fue una defensora de los derechos de las mujeres y la fundadora del movimiento libertario estadounidense. Bagge hace como siempre un acercamiento muy riguroso a la figura biografiada: quizá uno de los puntos fuertes de la obra es la investigación del autor, al mismo que su reflexión sobre la materia que narra. En cuanto al propio cómic, el autor sabe muy bien qué resortes pulsar para que la historia fluya bien, con un punto de humor ligero muy propio del autor. Quizá el único punto débil de la historia es la selección de lo que quiere narrar Bagge. La historia da cierta impresión de compresión a medida que avanza, por la brusquedad de los saltos temporales, algo que ya ocurría en Fire!! De las tres biografías que nos ha entregado por ahora este neoyorquino, en ésta su personaje principal aparece algo desdibujado, siento que no la ha llegado a conocer del todo. Por lo demás, se trata de una obra divertida y entretenida que nos descubre a otra de las mujeres silenciadas por una historia patriarcal.